Minutos después de ganar su primera Copa del Mundo, un Lionel Messi en éxtasis tomó el micrófono del estadio de Lusail: “¡La concha de tu madre, somos campeones del mundo!”.

El ‘10′ saludó con esa típica frase argentina, no exenta de connotaciones negativas, a los miles de hinchas de la Albiceleste que ondeaban camisetas y celebraban el título del equipo de Lionel Scaloni.

Messi, de 35 años, lució radiante al hablar por los parlantes del majestuoso recinto deportivo y a la vez inquieto en la grama del estadio de la capital catarí, abrazándose con su compañeros y familiares. Scaloni, el volante Ángel Di María y el portero Emiliano Martínez, que detuvo el penal de Kingsley Coman en la definición desde el punto blanco, no podían contener las lágrimas.