Tan solo un mes después de hacerlo público a través de un comunicado en Instagram, ya es oficial: Sara Carbonero e Iker Casillas ya no son marido y mujer. La pareja ha acudido este martes 6 de abril al juzgando número 1 de Pozuelo de Alarcón para firmar, definitivamente, el acuerdo de divorcio.

En primer lugar, el exguardameta del Real Madrid ha renunciado a la custodia de sus dos hijos en común. Aunque, eso sí, con un régimen de visitas bastante flexible. Sí se encargará, sin embargo, de pagar la educación de los pequeños, que seguirán viviendo en la casa de Pozuelo propiedad de Iker junto a su madre.

De hecho, desde hace unos días, el exfutbolista se ha instalado en un lujoso ático en la misma localidad. Muy cerca, es más, de la casa en cuestión. Allí, Iker intenta aislarse al máximo del foco mediático al que ha estado sometido en los últimos días.

Y es que, tras conocerse su separación de la periodista, los medios de comunicación corrieron a conocer el motivo. Muchos de ellos aseguraron que se debía a tercer personas y quisieron saber de quién se trataría. Así, se pusieron en contacto con varias de las supuestas exparejas de Casillas que, por cierto, no le dejaban nada bien parado.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO