Kevin Prince Boateng siempre da que hablar. Ya sea por sus acciones en el terreno de juego o por sus extravagancias fuera de él. El delantero, que disputó media temporada con el FC Barcelona, ha concedido una entrevista a DAZN en la que ha recordado sus inicios, su etapa en el conjunto azulgrana y su situación actual. Boateng ahora juega en el Monza, equipo italiano que compite en la Serie B. Su objetivo: conseguir ascender e inventar un nuevo baile.

El ghanés llegó al Barcelona en el mercado de invierno de la temporada 2018-19 para reforzar la delantera azulgrana. Boateng solo disputó 4 partidos con la elástica del Barça y no metió ningún gol, pero hubo algo que marcó su carrera. «Entrenar con Messi me dejó sin palabras. Siempre había dicho que Cristiano Ronaldo era el más fuerte del mundo, pero Messi es otra cosa, no es normal. Entrenaba con él y, por primera vez en mi carrera, me sentía escaso. Hacía cosas increíbles. Pensé: ‘Me rindo, dejo de jugar'», asegura en la entrevista.

La carrera de Boateng ha estado marcada por las estridencias fuera del campo. El delantero, con un grandísimo talento para la práctica del fútbol, reconoce que «cambiaría esa parte de mi pasado. Muchas veces me he confiado solo a mi talento y, con el talento que tengo, sin ser arrogante, podría haber hecho mucho más. Incluso si todavía tuviera una buena carrera». A la hora de hablar de esa parte de su pasado, el ghanés se refiere su etapa en el Tottenham donde jugó tres temporadas, pero no tuvo oportunidades. Su motivación estaba fuera del campo. Tanto que en un día se compró 3 coches de lujo. «Detrás había mucho dolor. Estaba tratando de comprar la felicidad. No estaba contento, no jugaba, no estaba bien y buscaba otra cosa», declara.

La conversación que ha tenido el delantero ghanés con DAZN ha servido también para mandar un mensaje contra el racismo, que lamentablemente sigue presente en nuestra sociedad. Además, en Italia se han dado varios casos en los últimos tiempos. «En 2013 dije: ‘Espero que los niños en unos años no sepan lo que significa racismo’. Pero lamentablemente hoy oímos más sobre ello que ayer», afirma.

Ahora, con 33 años, Boateng es otro jugador y está concienciado sobre su papel en el vestuario del Monza. «En Monza respeto a mis compañeros y ellos me respetan. Aporto experiencia y eso les ayuda a crecer. Tener campeones en el vestuario me ayudó también cuando era niño», asegura. Además, el delantero tiene un objetivo entre ceja y ceja: ascender a la Serie A. «Si eso sucede, inventaré un nuevo baile para celebrarlo», declara.

TOMADO DE DIARIO AS