Virgil van Dijk es hoy uno de los mejores defensores del mundo, sino el mejor. El zaguero de Liverpool, que este lunes cumple un año de su consagración en Champions League, reveló que a sus 20 años sufrió una apendicitis, que derivó en una peritonitis y una infección renal por lo que estuvo cerca de la muerte e incluso firmó una especie de testamento.

«Aún recuerdo estar tumbado en aquella cama. Sólo podía ver un montón de tubos saliendo de mí, mi cuerpo estaba destrozado y no podía hacer nada. En ese momento se te vienen a la cabeza los peores escenarios», contó en el portal británico Four Four Two. «Estaba en peligro, por lo que mi madre y yo rezamos y discutimos sobre las opciones. En un momento firmé unos papeles, que eran una especie de testamento. Si me moría, una parte de mi dinero iría para mi madre», añadió. «Nadie quiere hablar de eso, pero había que hacerlo. Tal como yo estaba, todo pudo haber acabado», concluyó.

Afortunadamente, Van Dijk salió adelante y hoy es pieza fundamental en el Liverpool de Klopp, que está cerca de ganar su primera Premier League, y de la Selección de Países Bajos. En 2020 estuvo nominado a ganar el Balón de Oro, que finalmente fue para Lionel Messi.