El ecuatoriano Carlos Gruezo vio desde el banquillo la derrota de su equipo, el Augsburgo, a manos del Wolfsburgo en el reinicio de la Bundesliga, hecho que ha acaparado el interés mundial al ser la primera gran liga en volver en medio de la crisis por el COVID-19.
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El conjunto del tricolor tuvo una particularidad ya que su entrenador no pudo acompañarlos al violar la cuarentena, pese a eso no pudieron evitar la derrota como local por 1-2.
Con este resultado, el Augsburgo se queda en el puesto 14 con 27 puntos en medio del riesgo del descenso.