David Busst hace 19 años la vida le cambio de manera drástica, el era un jugador del Coventry City y jugaban un importante encuentro ante el Manchester United en el mítico Old Trafford. David se rompió la pierna en un choque con Denis Irwin durante ese partido en 1996 en una lesión que causó shock en toda Inglaterra.

El partido tuvo que suspenderse durante algunos minutos para limpiar la sangre sobre el césped, Peter Schmeichel vomitó y algunos jugadores necesitaron ayuda psicológica para superar lo que habían visto. Sufrió múltiples fracturas de tibia y peroné e infecciones por estafilococo, y necesitó 26 operaciones. Hoy, a su 48 años, es el director de fútbol del programa comunitario del Coventry y no le importa contar lo que vivió.

“Lo bueno es que en Old Trafford la ambulancia puede entrar en el terreno de juego. Lo malo es que tiene los badenes más grandes del mundo en el exterior. Me querían operar de inmediato, pero no podían porque había almorzado antes del partido. Entonces pensaron en operarme estando despierto, pero me negué. Eso sí, estuve despierto cuando me quitaron la bota y la media. Me dolía muchísimo. Tenía lo que llaman una fasciotomía, no llegaba sangre a la herida y tuvieron que despegar la parte porterior del gemelo y girarla 45 grados” indicó en una entrevista donde se dejó fotografiar la zona afectada.

“En los primeros 12 días tuve 10 operaciones. Y contraje el SARM (Staphylococcus aureus resistente a la meticilina). Eso fue lo que me retiró del fútbol, no la fractura. Muchas de las operaciones fueron para abrirlo todo y limpiar la herida. Es un bicho asesino que llegó por haber sufrido una operación masiva, en la que me injertaron músculos de la espalda” agregó.

Sobre su actualidad dijo que sigue jugando partidos en su grupo de amigos y asegura que igual va con todo a cada balón.