Rodríguez se vistió con el uniforme del Madrid e ingresó a la cancha para empezar a regalar balones a las tribunas. Fue ahí cuando un fanático vestido con la polera de Colombia pudo eludir a toda la seguridad del evento, sólo para abrazar a su ídolo.

Los encargados de la seguridad lograron agarrarlo y lo tiraron al piso bruscamente, pero el futbolista cafetero impidió que lo siguieran tratando mal y pidió que lo soltaran. Le regalo una pelota y lo sacó de la cancha.