La eliminación de Ecuador en la fase de grupos del Mundial Brasil 2014 ha desatado un sinnúmero de comentarios, análisis y sobre todo emociones, las cuales han desembocado en muchas “conclusiones” que en la gran mayoría de los casos veo como erróneas y sobre todo cargadas de una necesidad de ver ‘sangre y culpables’.

La eliminación de este mundial debe de permitirnos ver un poco más con claridad muchas cosas que por el progreso que hemos tenido como país a nivel futbolístico, creemos haber olvidado.

Ecuador es un país que maneja una línea futbolística discreta, hemos mejorado muchísimo en los últimos 10 años; tenemos más jugadores en ligas extranjeras demostrando tener un nivel muy alto, hemos tenido a goleadores en la liga mexicana, a ecuatorianos jugando y anotando en la Champions, tenemos a un jugador en uno de los mejores equipos del mundo y muchos valores más que vienen haciendo carrera desde abajo en ligas europeas. Pero debemos de bajar ‘un cambio’ bajar un poco las revoluciones con las que corremos desesperados a una conclusión, a nuestro fútbol aun le hace falta madurar mucho y a nuestros jugadores también.

Parte del éxito que tuvimos para llegar a los mundiales anteriores, fue el conocer nuestras limitaciones, saber quiénes éramos y donde estábamos parados. Hoy en día a muchos se les olvida eso, queremos ver por debajo del hombro a selecciones como Mexico, Honduras y muchas más.

Exigimos que se juegue con los mejores y cuando los enfrentamos exigimos ganar, como pasó, con Alemania, quien nos goleó con un equipo alterno, o como con Holanda cuando se armó un debate inmenso e intenso sobre por qué “debimos ganar ese partido”.

En la vida hay que superarse, pero para hacerlo debemos de estar conscientes del momento en el que vivimos y las circunstancias que nos llevaron allá, en otras palabras, saber nuestras limitaciones, solo de esa manera podremos seguir avanzando como lo hicimos en los últimos 10 u 12 años.

Ya no somos los mismos de antes, Ecuador ha cambiado. No somos el equipo que cogió ‘Bolillo’ o Suarez, no necesitamos que nos convenzan que podemos como lo hizo ‘Bolillo’, ya no necesitamos que nos disciplinen tácticamente como lo hizo Suarez.

Debemos de hacerle honor a la superación que hemos marcado y aprovechar que ya nuestros futbolistas son distintos, necesitamos potenciar nuestras fortalezas, que nos enseñen a ser un equipo en todo el sentido de la palabra.

Esto lo han pasado selecciones como Chile con Sampaoli y Colombia con Pekerman, renunciaron a la línea que se venia implementando hace mucho tiempo y optaron por técnicos que le dieran ese salto de calidad.

Si queremos un resultado distinto debemos de cambiar la ecuación.