La noticia que sacudió al mundo con la designación de Jorge Bergoglio como nuevo Papa en lugar de Joseph Ratzinger generó una automática referencia a la historia y la cantidad de Sumos Pontífices que lograron festejar un título en una Copa del Mundo sentados en el sillón de San Pedro.

La respuesta es simple y sencilla: sólo Achille Damiano Ambrogio Ratti (Pío XI) consiguió festejar el título dos veces con Italia: como local en 1934, tras vencer en la final a Checoslovaquia 2-1, y cuatro años más tarde en 1938 con el bicampeonato azzurro en Francia.

Pío XI, nacido en la localidad lombarda-veneta de Desio asumió como líder de la Iglesia Católica el 6 de febrero de 1922 y un año más tarde el 10 de junio de 1934 pudo celebrar el título con la Copa Jules Rimet en una final que se disputó bien cerca del estado Vaticano, en el estadio Nazionale de Roma.

Cuatro años más tarde, Italia consiguió el bicampeonato en Francia, tras vencer en la final 4-2 a Hungría en el estadio Olímpico de París, y un año antes de fallecer el Papa entreguerras volvió a celebrar.

Desde aquel antecedente, ninguno de los seis sucesores pudo repetir ese festejo desde el sillón de San Pedro: ni los italianos Pío XII (1939-1958), Juan XXIII (1958-1963), Pablo VI (1963-1978) y Juan Pablo I (1978), ni el polaco Juan Pablo II (1978-2005), ni el alemán Benedicto XVI (2005-2013).

¿Podrá Francesco repetir la historia de Pío XI? Y festejar un título mundial un año después de haber asumido como Sumo Pontífice. La oportunidad será el año próximo en Brasil 2014, cuando el equipo conducido por Lionel Messi busque la tan ansiada tercera corona para la Argentina.