El debut de Liverpool como campeón de la Champions League no fue feliz. El equipo inglés perdió 2-0 en su visita a Napoli, cortando una racha de seis victorias consecutivas y generando sorpresa en el ambiente, pero Virgil van Dijk desactivó las alarmas.

«No hay motivo para que Liverpool entre en pánico. Esto no es un llamado de atención. Creo que merecimos un empate. Jugamos bien la mayor parte del partido y creamos bastantes situaciones de gol», aseguró el defensor.

Van Dijk analizó el rendimiento de su equipo y destacó lo bueno en el viaje a Italia: «Venimos jugando de manera sobresaliente desde el comienzo de la temporada. Hay muchos aspectos positivas más allá del resultado. Ahora debemos enfocarnos en el choque con Chelsea».

El central no quiso culpar al árbitro por el penal que le dio la ventaja a Napoli. «Es fútbol. Estas cosan pasan. Hubo momentos en los que pudimos haber jugado mejor. Sin ese cobro creo que hubiera terminado en un empate. Pero no se dio», se lamentó el holandés y dejó su autocrítica.