El espectacular partido del Barcelona ante el Sevilla (6-1) para remontar los cuartos del final de Copa ante el Sevilla fue presenciado en directo únicamente por 58.050 espectadores, lo que supone la cuarta peor entrada de la temporada en el Camp Nou.
No fue el partido del miércoles una excepción, puesto que el Barcelona, a pesar de liderar LaLiga y estar en semifinales de la Copa, ha pinchado en cuanto a asistencia en los partidos de este año. Un misterio en las gradas que desde el club justifican hablando de los horarios, el frío o el escaso atractivo de los rivales.
Sea por el motivo que sea, la media de asistencia de la temporada, que se situaba en torno a los 75.000 espectadores, ha descendido este mes de enero hasta los 55.649.
Desde que empezó el 2019, sólo ante el Eibar se pudo ver un Camp Nou con una entrada aceptable pues fueron 71.039 espectadores. A partir de ahí, el estadio a la mitad: 42.838 personas ante el Levante (la peor entrada de la temporada), 50.670 ante el Leganés y las 58.050 del Sevilla. Un registro de espectadores tan bajo habría que buscarlo este curso en el partido ante el Alavés, el primero de Liga en el Camp Nou, que fue presenciado por 52.318 personas.
Que dos de las peores entradas este curso correspondan a partidos de Copa da que pensar. Puede que sea el aficionado culé y no los jugadores los que prioricen otras competiciones.
El sábado ante el Valencia en Liga, a un horario familiar como las 18,30, se verá si la tendencia sigue o si bien la exhibición copera de Messi y compañía supone un efecto llamada.