George Dowell era un adolescente como cualquiera que le encantaba el fútbol. A sus 17 años tuvo un accidente que lo dejó en sillas de ruedas. El joven inglés iba en el coche de un amigo cuando se salió de la carretera y cayó en un campo. Sufrió lesiones en la médula espinal que lo dejaron paralizado desde el pecho hacia abajo.
Dowell recuerda que la transición a la silla de ruedas le resultó muy difícil. "Me costaba mucho salir o ir a lugares nuevos porque me preocupaba que no fueran accesibles y que hubiera un gran alboroto al llegar", dice. "No me sentía muy cómodo conmigo mismo, así que terminé quedándome mucho en casa".
Eso cambió cuando él y un grupo de excompañeros formaron su propio club, Worthing Borough, en la categoría más baja de la liga de West Sussex, con Dowell como entrenador. Fue una decisión que le cambió la vida. "Me ayudó mucho porque me obligó a volver a salir de casa. Cuando vas a estos partidos con 16 amigos, me preocupa menos que no sea accesible, porque me van a incluir de todas formas".
Dowell pasó un total de 10 meses hospitalizado y una de las primeras habilidades que aprendió allí fue a jugar Football Manager en su ordenador. Pasó horas jugando con el Manchester United o con equipos de la National League South, ya que el Worthing no estaba incluido debido a su bajo estatus en aquel entonces. "Fue un momento de mucho orgullo cuando ascendimos y entramos oficialmente en el juego", asegura Dowell.
Cinco años después del accidente, mientras leía el periódico local, Dowell se vio impactado por un reportaje que detallaba las luchas financieras que enfrentaba el Worthing FC, el equipo de su ciudad. El club mencionado estaba a punto de desaparecer: "Su último recurso fue publicar un anuncio en el periódico local para intentar que alguien viniera a ayudarlos, porque tenían una deuda de cientos de miles de libras y el presupuesto para juegos se había recortado por completo en Navidad de esa temporada."
Dowell decidió utilizar parte de la indemnización que recibió para evitar la desaparición del club de sus amores y convertirse así en presidente. Una de sus primeras grandes decisiones fue financiar la nueva cancha 3G y renovar el bar del estadio de Woodside Road.
Con el joven inglés a cargo del club, el Worthing FC consiguió dos ascensos en cinco años. Ahora, el equipo de West Sussex juega su fútbol en la National League South, animado por un promedio de 1.500 fanáticos en cada partido en casa, un aumento de diez veces desde la primera vez que rescató a Worthing.
TEXTO TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO