El entrenador del Manchester United, Rubén Amorim, puso fin a la controversia generada por la sustitución de Alejandro Garnacho en el partido contra Ipswich Town, en el que los red devils ganaron 3-2. Tras su salida del campo, el argentino se dirigió directamente al vestuario, lo que desató rumores de que estaba molesto por el cambio.
Sin embargo, Amorim explicó que el motivo de la salida de Garnacho fue un problema práctico: "Se debió a que la camiseta del futbolista estaba mojada y quería cambiarse". El técnico agregó que tras el partido conversó con él y todo quedó aclarado. "Él vino a verme. Se fue al vestuario porque estaba mojado. Aunque no estaba en el banquillo, vio el partido y después se fue a casa", detalló.
A pesar de la aclaración, la situación provocó un gran revuelo en redes sociales, donde muchos cuestionaron que Garnacho no se quedara con sus compañeros para ver la segunda parte. Amorim, tratando de minimizar el impacto, aseguró que "no creo que sea un problema, pero en un club como el United todo es importante, incluso la percepción". Para zanjar la polémica de forma ligera, el entrenador añadió: "Garnacho va a invitar a todo el equipo a cenar y eso es todo".
El gesto de Garnacho de invitar al equipo a cenar, como parte de la resolución del incidente, podría ser una manera de apaciguar cualquier malentendido y reafirmar su compromiso con el grupo. Los red devils ahora se preparan para enfrentar al Fulham en la FA Cup, donde Garnacho podría volver al once titular.