Linda Caicedo se sincera: «Te voy a sacar de esa cocina…»

Linda Caicedo se ha erigido en una de las estrellas del Real Madrid y de la selección de Colombia durante el Mundial Sub’20 que se celebra en su país. La joven atacante es una de las jugadoras más queridas y seguidas por la afición. Ahora ha concedido una entrevista muy personal en el canal de la FIFA donde habla de sus inicios y sus sueños como futbolista.

«Juanchito es la infancia total. Con ellos empecé esta aventura del fútbol», dijo a FIFA.

Su padre, papá Mauro, trabajaba en una productora de azúcar en Villa Gorgona, un pueblo pequeño impregnado por la salsa y a pocos kilómetros de la ciudad de Cali, le quiso comprar una muñeca en una tienda de juguetes pero ella, que cumplía cinco años, torció el gesto y pidió una pelota de fútbol y unas zapatillas.

No mucho tiempo después, Linda se uniría a Real Juanchito, una escuela de fútbol pública. «Los padres buscaban un espacio para ella pero en ese momento el fútbol femenino no tenía tanto lugar y encontrar un equipo de chicas era difícil de conseguir, al menos en esta zona. Entonces ella entró a un grupo de niños», dice a FIFA Miguel Ortíz, uno de los entrenadores que más marcó a Caicedo en sus inicios.

A los 19, Caicedo es el gran nombre de la Copa Mundial Femenina Sub-20 que se juega en su país. A diferencia de la gran mayoría de las jugadoras del torneo, ya es una estrella en el fútbol de mayores.

«Juanchito es la infancia total. Con ellos empecé esta aventura del fútbol. Fue mi primer club, totalmente de hombres. Aún tengo muy buena relación con el presidente. Cada vez que voy a Villa Gorgona, mi pueblo, trato de ir y recordar esos momentos que gracias a ellos soy lo que soy», explica Linda a FIFA en una entrevista realizada durante el torneo.

Tenía de ídolos a Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, pero su preferido era Neymar. Con los primeros sueldos que ganó como jugadora profesional, un poco después de debutar con América de Cali, a los 14 años, compró una TV para su cuarto. Grababa los partidos y repetía las jugadas del brasileño una y otra vez para copiarle los gestos.

«Un día cualquiera le dijo a la mamá: ‘Yo, cuando sea profesional, te voy a sacar de esa cocina donde trabajas para ese poco de personas a los que le vendes almuerzo. Con estas piernas que dios me dio…este va a ser el motor para darles a ustedes una mejor vida'», comenta Mauro a FIFA. Herlinda, su madre, tenía un pequeño restaurante en el que vendía algunas viandas durante los almuerzos.

Su padre le instó a estudiar Derecho para tener un buen futuro: «Hija, quiero que estudies abogacía. No quiero que tires el colegio por la borda, te vas a ir de viaje, vas a descuidar el estudio…en la familia hay profesionales pero no hay una abogada. Quiero que seas tú…» y ella le contestó: «Papá, yo voy a ser futbolista profesional…». Dicho y hecho.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO

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