El Inter de Milán, que se proclamó campeón de la Serie A hace solo seis días después de ganar el derbi ante el Milan, cinco jornadas antes del fin del campeonato, se ha dado este domingo un baño de masas ya desde su llegada a San Siro, una hora y media antes del inicio del partido ante el Torino. Centenares de aficionados vitorearon y se agolparon ante el autobús del equipo. Después, victoria ante la hinchada en casa.

Con un Inter aletargado por tanta fiesta y consciente de que no se jugaba más que el honor, los de Inzaghi tocaron y tocaron pero no generaron peligro en la primera mitad. Solo Marcus Thuram inquietó realmente el área de Torino a los 10 minutos. Sin embargo, su disparo se marchó alto. La falta de tensión fue más que evidente. Algo más de mordiente puso el rival por medio de Zapata, que en dos ocasiones (15′ y 18′) puso en aprietos a Yann Sommer, y Ricardo Rodríguez (10′).

Cinco minutos antes del descanso Benjamin Pavard bien pudo haber sido amonestado por una dura entrada, con los tacos por delante, sobre Bellanova cuando el futbolista del Torino buscaba un centro desde la banda. Un inofensivo chut de Lautaro cerró una primera parte para olvidar. Pareció que el Inter se reservaba al segundo tramo para dar una alegría a una entregada afición que quería ver goles.

La primera acción del segundo tiempo lo cambió todo: falta de Tamèze al límite del área sobre Mkhitaryan, que encaraba solo al Milinkovic-Savic, y expulsión del francés tras revisión del VAR (47′). El equipo de Juric jugaría con uno menos prácticamente 45 minutos. Maria Sole Ferrieri había sacado amarilla de inicio pero cambió su decisión tras revisar la jugada. La cosa se le ponía de cara al Inter, que supo aprovechar la circunstancia: latigazo de Çalhanoglu con la zurda (56′). Se desvanecían las pocas opciones europeas a un Torino que se vino abajo.

Solo tres minutos después, penalti por falta clara en el área a Thuram y el propio Çalhanoglu chutó y sumó su 13º gol (10 de penalti). Misión imposible atajar un lanzamiento tan potente y tan colocado como el del turco. Inzaghi le cambió en el 63 y se marchó ovacionado. Inzagui cambió a sus tres centrocampistas: también se marcharon Mkhitaryan y Barella. Entraron Bastoni, Arnautovic y Alexis Sánchez. También acabó en el banquillo Thuram.

Con ese jugador de más respecto al Torino, el Inter siguió controlando el encuentro. Lautaro pudo marcar pero acabó frustrado: no logra romper esa mala racha de cara al gol. Al Inter le quedan algunos retos y récords por superar y uno lo tiene a tiro: superar la barrera de los 100 puntos. Suma 89 y quedan cuatro jornadas, con lo que el hito está a tiro. El sábado que viene, ante el Sassuolo, tres más en juego.