No había corrido el cronómetro prácticamente cuando la polémica se apoderó del partido entre Leipzig y Real Madrid por una escandalosa e inexplicable decisión arbitral.

Era el minuto 3 y el Leipzig, tras un saque de esquina, acabó en las redes de la portería de Lunin tras un cabezazo de Benjamin Sesko, que desvió un disparo desde la frontal de Schlager. Inicialmente se el colegiado Irfan Peljto, a instancias de su árbitro asistente, anuló el tanto por fuera de juego y luego se lo corroboró el VAR.

De forma inexplicable porque en la repetición se pudo comprobar como Sesko, el autor del gol, remató en posición totalmente legal. Entonces, ¿qué señaló el árbitro? Pues un supuesto fuera de juego posicional de Henrichs, que no molestó lo más mínimo a Lunin, que no hizo ni ademán de ir a por ese balón. Y así lo vio también el colegiado del VAR, Pol van Boekel, que no corrigió lo que pareció un error clamoroso.

TEXTO TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO