Thomas Tuchel llegó hace menos de un año, en marzo de 2023, al banquillo del Bayern de Múnich después de una fuerte crisis en el vestuario del equipo bávaro entre algunos pesos pesados y su entonces entrenador, Julian Nagelsmann. El entonces CEO, Oliver Kahn, destituido en verano, y el director deportivo, Hasan Salihamidzic, vieron en Tuchel al hombre ideal para levantar la situación dando el poder a las vacas sagradas que pedían el cambio a gritos. Finalmente Tuchel levantó la Bundesliga, aunque quedaron eliminados en la Champions League a las primeras de cambio pese a la solidez mostrada hasta el momento con Nagelsmann.

Esta temporada el Bayern es segundo en la Bundesliga a siete puntos del impresionante Bayer 04 Leverkusen de Xabi Alonso (distancia que puede recortar esta noche con el partido aplazado ante el Union Berlin). En Champions los resultados son muy buenos un año más, con cinco victorias y un empate en la fase de grupos. Sin embargo, el equipo bávaro ya ha dicho adiós a la Copa alemana y su derrota el fin de semana pasado ante el Werder Bremen ha puesto el foco en Tuchel hasta el punto que ha pasado de intocable a jugarse el puesto.

El técnico alemán fue muy crítico con sus jugadores y afirmó que «estoy cansado de decir que estamos entrenando bien, ya nadie nos cree». Tuchel sugirió que el nivel de los entrenamientos no había estado a la altura «por muchas semanas» antes de decir que merecían perder. Según el Bild, estas palabras habrían detonado la paciencia de la directiva que le había respaldado sin fisuras hasta ahora y que ha sabido de boca de su entrenador que llevan semanas entrenando mal: el que tiene que probar que vale para el puesto es Tuchel.

Una situación que ven más grave que la de Nagelsmann

En la directiva ven la situación incluso peor que la generada por Nagelsmann, quien presentó a sus responsables una serie de propuestas para mejorar el rendimiento del equipo y solucionar la crisis interna que finalmente no convencieron a Kahn. Tuchel ha llevado a lo público, a la sala de prensa, un problema que su antecesor supo tratar en privado y eso no ha gustado nada a los mandatarios del Bayern.

«Llevo lo suficiente como entrenador como para poder juzgar cuándo los entrenamientos están al nivel que queremos estar. Este ha sido el caso por muchas semanas. Está claro que no ha sido suficiente. Por más de 70 minutos no tuvimos la sensación de que estábamos jugando por la victoria. Después lo noté. No hasta entonces», dijo Tuchel señalando a sus pupilos. «Fuimos tremendamente estáticos la primera mitad. Perdimos un montón de pelotas, cedimos un montón de contraataques, y fuimos descuidados en la posesión. ¡Merecimos la derrota!» incidió el entrenador del Bayern.

Tuchel insistió en que «no jugamos durante 70 minutos como un equipo que quiere conseguir una victoria, que está jugando por el campeonato, que quiere dar una respuesta. Sólo lo hicimos por 20 minutos y no es suficiente para conseguir los objetivos que nos marcamos. Esto no lo firmamos. Cuando fichas por un club como el Bayern de Múnich firmas para dar el cien por cien. Esto aplica al entrenador, esto aplica a los jugadores. No lo dimos hoy. Jugamos como si lleváramos 10 puntos por encima y aún tuviéramos partido de Champions el martes. Daremos cuenta al equipo. El miércoles tenemos la oportunidad de hacerlo mejor y tenemos que hacerlo mejor», añadió.

Las duras críticas se le han girado en contra a Tuchel, y ha pinchado el globo en el que le tenían los dirigentes del Bayern, con fe ciega hacia él hasta ahora y que tras sus palabras dudan de sus capacidades y le señalan como el máximo responsable de la situación. «Se juega el puesto en el Bayern de Múnich», informan en Bild. Habrá que ver su reacción.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO