El próximo lunes, día 1 de enero, el PSG vivirá el mismo escenario que acaeció hace dos años, afrontar la renovación de Kylian Mbappé. Aunque el contexto es similar, el conjunto parisino no ha tenido prisa en este inicio de temporada para sentarse con el jugador y analizará con minuciosidad todos los frentes con los que intentará persuadir al capitán de la selección francesa para que siga en París.

Según L’Équipe, el club capitalino confía en renovar a Mbappé, que se ha mantenido al margen desde el comienzo de temporada y ha querido aparcar a un segundo plano cualquier conversación de su renovación. Lo que ninguna de las partes implicadas quiere repetir, incluidas las que no están en Francia y esperan su decisión, es lo acontecido en 2022, cuando cada semana, cada día y cada hora aparecía un rumor respecto a la renovación o no del crack de Bondy.

En caso de que Mbappé no renueve, algo que todavía no se puede confirmar, pero tampoco descartar, el PSG está ‘protegido’ económicamente. El 12 de agosto, durante el PSG-Lorient, partido que no disputó el delantero al seguir descartado por su negativa a renovar, Al Khelaïfi y el jugador se reunieron y acercaron posturas. El club, después de la reunión, salió eufórico, llegando a filtrar a la prensa que iba a renovar. Lo que las dos partes acordaron fue una renuncia del futbolista a las primas de fidelidad que le debía abonar el Paris Saint Germain, cifradas en 100 millones, y que podrían suponerle un agravio económico en caso de que saliera gratis en 2024. Al rechazar dichas cantidades, si se marcha sin renovar no repercutiría en las arcas del PSG.

Otra de las razones que hace ser optimista a Qatar y Al Khelaïfi es que Mbappé, en privado, asegura estar contento en París. No es una causa decisiva, pero desde que fue descartado en verano, la relación entre el presidente y el jugador ha mejorado ostensiblemente y el PSG no ha querido presionarle en ningún momento para que se siente a negociar su renovación. El club, tal y como aseguran fuentes consultadas, está tranquilo y prefiere cederle todo el poder de decisión al exjugador del Mónaco, para que sea él el que decida.

No hay, de momento, una reunión programada entre ambas partes para negociar una renovación de contrato. En París, no obstante, desconfían de que Mbappé esté más cerca de renovar, ya que algunos estiman que no cree que el proyecto esté capacitado para ganar la Champions. En todo caso, si finalmente amplía su vinculación al PSG, será una renovación de larga duración y no dos años, con otro opcional, como suscribió en mayo de 2022.

El culebrón de Kylian Mbappé, interminable desde hace un lustro, impredecible en los últimos años, entra en su fase final a partir del año 2024. El destino, como prácticamente siempre ha ocurrido, está en las manos del jugador, que se ha mantenido en silencio desde agosto y no ha dado ni una pista sobre cuáles son sus intenciones. El PSG mantiene la fe intacta en renovarle, pero no entrará en una carrera de fondo en la que los rumores sean infatigables.

FUENTE: AS.