La noche del jueves 16 de noviembre nunca la va a olvidar la familia Díaz Marulanda. Después de 12 días bajo secuestro, Luis volvió a dedicarle un gol a su padre. Fueron dos, y contra Brasil, ante un estadio Metropolitano Roberto Meléndez repleto y que se unió al momento emotivo entre lágrimas y gritos de gol.

Colombia comenzó el partido abajo en el marcador, producto de un gol temprano de Gabriel Martinelli que tuvo a la selección verdeamarelha con la victoria bajo el brazo gran parte del encuentro.

Sin embargo, como si fuese parte de un guion en una película de súper héroes, el futbolista del Liverpool, que si hay algo que le sobra después de vivir una situación tan trágica como el secuestro de un padre es fuerza, dio vuelta el marcador en cuatro minutos.

Al minuto 75 cayó el primer gol y en lo que todos volteaban a buscar a su padre, quien rompió en llanto en las tribunas con la camiseta de su hijo puesta y un rosario cruzando su cuello, llegó el segundo gol que le entregó el triunfo a Colombia.

Luis Díaz fue titular y jugó el partido completo, aunque el reto más fuerte lo superó hace días y no habrá gol que se compare con la felicidad de poder abrazar a su padre otra vez.