«Cuando tenía unos 20 años el alcohol me sirvió de liberación», ha indicado Wayne Rooney en un podcast, asegurando que la presión  por la fama ya le persiguió de muy joven. «Me metía en mí mismo, pasaba unos días en casa y no salía. Bebía casi hasta desmayarme», dijo el ex niño prodigio del fútbol inglés, recientemente nombrado entrenador del Birmingham en la segunda división.

Rooney ingresó a la liga profesional a los 16 años con el Everton, se convirtió en internacional con Inglaterra a los 17 y se unió al  Manchester United a los 18, donde se convirtió en su máximo goleador de todos los tiempos. «No quería estar con los demás porque a veces te sientes avergonzado. A veces sientes que has decepcionado a la gente y al final del día no sabía cómo afrontar la situación», dijo Rooney en el podcast, lanzado por Rob Burrow, un exjugador de rugby que padece la enfermedad de Charcot.

«Cuando no aceptas la ayuda y los consejos de los demás, puedes tocar fondo, y eso es lo que me pasó a mí durante algunos años. Afortunadamente, hoy ya no tengo miedo de hablar con la gente sobre mi problemas», afirmó el ex delantero de 38 años.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO