Bernardo Silva (28 años), centrocampista del Manchester City, es el gran objetivo de mercado del FC Barcelona, tal como viene explicando Mundo Deportivo desde el pasado mes de julio. Ahora, la marcha de Ousmane Dembélé no ha hecho más que potenciar la necesidad que tiene Xavi Hernández de incorporar a un jugador determinante como es el portugués. El entrenador y el club lo tienen claro: la prioridad debe ser, sí o sí, Bernardo. Por eso desde la entidad azulgrana se está trabajando ya en una estrategia para acometer un fichaje que es complicado pero que, según fuentes del club barcelonista, debe intentarse a toda costa.

Después de que el jueves mantuvieran una reunión de media hora en la Ciutat Esportiva Joan Gamper Deco y Mateu Alemany, máximos responsables del área deportiva del FC Barcelona, ayer se citaron de nuevo con el presidente Joan Laporta en las oficinas del Spotify Camp Nou para seguir trabajando en la confección de la plantilla, una cumbre en la que no faltó el vicepresidente deportivo Rafa Yuste y que también contó con la presencia de Eduard Romeu, vicepresidente económico, Joan Soler, directivo responsable del fútbol formativo, y Alejandro Echevarría, ex directivo y hombre de la máxima confianza del presidente y de Deco.

El Barça tiene muchas carpetas abiertas en clave ‘mercato’ pero la que sobresale entre todas ellas es la de Bernardo Silva, que es la gran prioridad para reforzar la plantilla en este tramo final de mercado, tal y como publicamos el jueves en nuestra portada. Ante la inminente salida de Ousmane Dembélé rumbo al Paris Saint-Germain, en el club azulgrana tienen claro que el objetivo número uno es Bernardo Silva y están buscando la fórmula para convencer al City para que deje salir al futbolista. El internacional portugués está seducido con la idea de jugar en el Barça, pero falta el acuerdo entre clubs.

A nivel formal, la intención del Barça es proponer al City una operación basada en una cesión por una temporada, la 2023-2024, pero que lleve asociada la compra obligatoria del centrocampista portugués el 1 de julio de 2024. Es decir, ya en la próxima temporada para que no impacte en la actual pero que garantice al City que cobrarán una buena cantidad para un jugador al que ahora le quedan dos años de contrato.

El Barça confía en que, con la presión que ejerzan Bernardo y su agente, Jorge Mendes, y dado que Pep Guardiola se comprometió con él el año pasado a dejarle salir si se lo pedía y si aportaba una buena cantidad por la que venderle, la operación se pueda llevar a buen puerto.

Otro escenario que contempla el club es que, si el City se niega a esta fórmula de la cesión en la primera temporada, se tenga que hacer una compra directa en la actual. Algo que necesitaría llevar asociado en clave azulgrana la venta de algún futbolista de nivel de la actual plantilla culé antes de afrontar la compra de Bernardo para poder generar el espacio salarial necesario.

En la línea de lo publicado por MD, el periodista Gerard Romero señaló ayer que el Barça ya habría trasladado a LaLiga la voluntad de hacer un movimiento importante en el mercado para fichar a Bernardo Silva y que los azulgrana estarían dispuestos a hacer una oferta de tres temporadas más una opcional, a razón de 11 millones netos por temporada para Silva. Esto llevaría a Bernardo a la segunda escala salarial de la plantilla, por detrás de Robert Lewandowski y Frenkie de Jong.

El Barça confía en que las ganas del jugador y las buenas artes de Jorge Mendes, representante con muy buena entrada en el Manchester City, puedan hacer madurar un fichaje que el Barça persigue ya desde hace tres temporadas. Una operación que el futbolista portugués valida totalmente pero para la que necesita que el Barça apuesta seriamente y con una buena cantidad de dinero encima de la mesa.

Si el club azulgrana va fuerte, Bernardo hablará con Pep y le pedirá su salida. Haber ganado la Champions la pasada temporada es un aval ante Pep, que sabe que el portugués se ha dejado la piel para que el club ‘citizen’ ganase su primera Copa de Europa. Ahora quiere cambiar de aires, como ya hizo su amigo Gündogan.

FUENTE: MUNDO DEPORTIVO.