El ‘caso Mané’ sigue abierto. El Bayern de Múnich apartó del equipo al senegalés por un partido y le impuso una fuerte multa económica por agredir a su compañero de equipo Leroy Sané. Sin embargo, los dirigentes del club bávaro, que inicialmente pensaron en expulsar al delantero, aún no han tenido suficiente y parece que el asunto no ha acabado ahí.

Según los últimos detalles que llegan desde Alemania se ve lo en serio que se han tomado la agresión de Mané, llegado el verano pasado desde Liverpool como una de las estrellas de la Premier League. Uno de ellos, no menor, es la cuantía de la multa que le impusieron. Este lunes se ha sabido que es ni más ni menos que de 300.000 euros. Otro es que, pese a que el propio Sané pidió que no le echaran del Bayern, en el seno del conjunto bávaro se da por sentenciado, y buscan asegurarse su salida el próximo verano, según apunta el periodista alemán Florian Plettenberg en Sky Alemania.

Mané no ha acabado de funcionar en el Bayern y existe una profunda decepción por el que debía ser sustituto ideal de Lewandowsky. Si bien empezó con un fuerte protagonismo con el equipo inicialmente dirigido por Julian Nagelsmann, y ahora por Tuchel, poco a poco el senegalés fue perdiendo peso y disputando cada vez menos minutos.

Una lesión en el peroné que le tuvo apartado de los terrenos de juego desde mediados de noviembre hasta finales de febrero fue la excusa perfecta para justificar su menor protagonismo, aunque no hizo más que confirmar los que ya se venía viendo en las fechas anteriores. 8 minutos contra el PSG en el partido de vuelta de octavos de Champions, aún con Nagelsmann, y 21 en la derrota contra el City en cuartos, ya con Tuchel, fueron la gota que colmó el vaso de un Mané que pagó con Sané su frustración.

TEXTO TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO