Como ya adelantamos el pasado domingo, Osasuna ha sido multado por el Comité de Competición después de que al comienzo de la segunda mitad del choque ante el Real Madrid el colegiado Munuera Montero interrumpiera el partido para entregar al delegado de campo del conjunto rojillo un bocadillo, lanzado desde la grada.

Un incidente que recogió en el acta arbitral: «Lanzar objetos: En el minuto 64 se detiene el partido debido al lanzamiento de un bocadillo al terreno de juego, el cual no impacta en ninguna persona. El juego se reanuda tras el aviso por megafonía correspondiente.»

Ha sido este miércoles cuando se ha confirmado el castigo en forma de una multa de carácter leve dado que no tuvo influencia alguna en el encuentro. Esto supone que la misma, a tenor del artículo 117 relativo a la alteración de orden de carácter leve, no supera los 602 euros.

«Cuando con ocasión de un partido se produzcan hechos de los definidos en el artículo 15 del presente ordenamiento y se califiquen por el órgano disciplinario como leves, el club responsable será sancionado con multa de hasta 602 euros», según reza el citado artículo. Sin duda, uno de los bocadillos más caros del mundo.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO