Karim Benzema se ha unido al selecto club de los ganadores de Balón de Oro. Modric y Zidane, compañero el primero y entrenador e ídolo de infancia el segundo, le hicieron entrega del premio como preludio al Madrid-Sevilla. Vestido de calle, puesto que unas molestias le apartaron del choque, ofreció el lionés el trofeo a un Bernabéu abarrotado y teñido de dorado por más de 60.000 cartulinas. Antes de ese instante, antes incluso de personarse en el Teatro du Chatêlet parisino para convertirse oficialmente en el mejor jugador del 2022, el delantero concedió una extensa entrevista a ‘GQ Magazine’. Una charla que ha visto la luz este lunes y llena de reflexiones, tanto futbolísticas como personales, y cuyo contenido más destacado reproducimos a continuación.

(Recordemos que la entrevista es anterior a la gala) Empecemos con el Balón de Oro. ¿Cómo te sientes? Aún no lo has recibido, pero eres el claro favorito.

“Todavía no, pero desde que era un niño ha sido una de mis grandes metas y sueños. No era algo en lo que pensara todos los días, no creas que iba a los entrenamientos porque quisiera ganar el Balón de Oro. Pero siempre ha estado en mi cabeza, desde que era un niño. Crecí con la generación que formaron Zizou y Ronaldo, de Brasil. Ellos ganaron el Balón de Oro. Y así fue, aprendí a amar el fútbol viéndolos a ellos. El año pasado, acabé cuarto, me quedé entre los finalistas, pero no había ganado los grandes trofeos colectivos. Este año lo he ganado todo”.

¿Qué significaría para ti?

“Un sueño más que se hace realidad. Éste tiene un significado especial porque ha sido mi objetivo desde que era muy joven. Todos los futbolistas sueñan con ganar el Balón de Oro algún día”.

¿Quiénes eran tus héroes cuando eras pequeño?

“Diría que mis héroes son mi padre y mi madre. Porque lo pasaron muy mal, realmente mal. No tenía un jugador de fútbol como ejemplo a seguir. No te voy a decir que siempre me las haya arreglado yo solo, pero viniendo de donde vengo, tenía que destacar en algo. A los 15 o 16 empecé a inspirarme en Ronaldo, en Zidane y en otros para aprender, pero nunca dije: “Quiero ser como él”.

Cuando ganaste la Champions League, apareciste en el campo con tus hijos. ¿Qué sentiste en aquel momento?

“Es una sensación increíble, es maravilloso. Me hace mucha ilusión cuando mi hija o mi hijo vienen al estadio a verme, tan felices. Además, a mi chaval le encanta el fútbol. Son momentos excepcionales y extraordinarios. No sé cómo describirlos”.

¿Cómo es el Karim Benzema padre?

“Hay una anécdota de fútbol con mi hijo Ibrahim. Se le da súper bien el fútbol, pero cuando entreno con él, no siempre soy muy agradable. Si no me escucha cuando le hago un pase, un control, etcétera, actúo como si estuviéramos jugando al fútbol de verdad. No me vale un “papá, voy a llorar” o “estoy triste”. Ese tipo de cosas. Me hace gracia porque mi padre era igual conmigo. Así es como me relaciono con mi hijo, aunque al final del entrenamiento le doy un abrazo si se lo ha ganado [ríe]”.

¿Cuáles han sido los momentos de tu carrera que más te han marcado?

“El primer gol en la Champions League con el Lyon. (…) Después, cuando debuté con el Madrid. Fueron momentos excepcionales. También el primer gol que marqué. Luego están los más recientes en la Champions League. Aunque yo ya había ganado cuatro Champions League antes, teníamos un gran equipo. La quinta fue más especial. No es que participara más en ello, pero lo sentí así”.

¿Cómo describirías tu evolución en el club?

“Los comienzos fueron difíciles, muy difíciles, porque yo era muy joven y estaba muy solo en el Madrid. No conocía el idioma. La primera temporada fue muy complicada, pero también me obligó a reflexionar y decir: “Esto no es fácil. Tengo talento, todo lo necesario para triunfar en este club, pero debo averiguar qué necesito mejorar para seguir creciendo. Si continúo al nivel en el que estoy ahora, no lograré triunfar”.

En todo este tiempo, ¿has tenido que cambiar la forma en la que entrenas o con la que te planteas los partidos?

“A lo mejor ahora entreno un poco menos, pero es normal. Es la edad. Cuando tenía 21, no me hacía falta entrenar como un loco. Me refiero a cómo era antes el fútbol, hoy es diferente. Después, por supuesto, tuve que cambiar un poco mi estilo, me tuve que adaptar”.

¿Alguna vez dudas de tus capacidades?

“No, en realidad es más una celebración. Es una cuestión de ser bueno. Te esfuerzas. El Mundial, la Champions League, para mí son momentos de celebración. No todo el mundo puede jugar, por ejemplo, en el Mundial con la selección francesa”.

¿Qué te gustaría hacer después del fútbol?

“No lo sé. A lo mejor ayudar a los jóvenes a entrenar, guiarles para que se conviertan en futbolistas buenos que entiendan que ser el mejor es en realidad más que marcar goles. Creo que no entrenamos bien a los jugadores jóvenes en el fútbol actual. Si les preguntas, hoy sólo quieren anotar goles. Todos quieren marcar. Pero no todo es eso. No quiero alejarme demasiado del fútbol”.

TOMADO DE DIARIO AS