Aún es pronto para sacar conclusiones, pero el buen arranque de temporada del PSG confirma que alguna cosa ha cambiado desde dentro. Con sus más y sus menos, al equipo se le ve compenetrado y fluye desde la llegada de Christophe Galtier. Su esquema 3-4-1-2 ha funcionado y los futbolistas se sienten cómodos. Entre ellos Sergio Ramos y Messi, a quienes el club contempla renovar más allá de 2023 si todo sigue igual.

A pesar de lo que se dijo hace tiempo, Messi no firmó un contrato de dos años más otro opcional sino que termina el verano que viene. Para continuar, tiene que sentarse a negociar otra vez con el PSG. Luis Campos está por la labor ahora mismo según explica L’Équipe, contento con el rendimiento y la predisposición del jugador, que a las puertas del Mundial ha recuperado el pico de forma que le faltó en su debut en el cuadro de la capital francesa.

Lo mismo ocurre con Sergio Ramos. El martirio de las lesiones es historia para el central, que hasta este verano no ha vuelto a sentirse futbolista. Sin embargo, ahora está espléndido, en su mejor momento. Es uno de los indiscutibles de Christophe Galtier en esa zaga de tres centrales, acompañado de Marquinhos y de Kimpembe. Dos futbolistas a los que la entidad también se plantea renovar. En el caso del brasileño, todo está hablado para rubricar la extensión hasta 2027.

El contrato de Verratti también está sobre la mesa del despacho de Luis Campos. Su contrato expira en 2024 y el club quiere asegurarse su continuidad cuanto antes para evitar el mismo sufrimiento que con Mbappé. El italiano es, junto a Messi, el gran arquitecto de un PSG que no se entiende sin su figura. El cerebro de un equipo en el que lleva diez años desde que el campeón francés se fijó en él cuando jugaba en el Pescara.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO