Jake Daniels, futbolista de 17 años habitualmente en la cantera del Blackpool inglés, decidió romper las barreras de los estigmas al declararse homosexual este lunes. Por una cuestión de estadística, todo apunta a que ni mucho menos es el único futbolista gay en activo, y tampoco el único que lo ha afirmado públicamente. El primero en hacerlo fue Justin Fashanu, jugador de la década de los 80 y los 90 con trágico final.

Fashanu luchó durante toda su vida contra la homofobia, sufrida en sus propias carnes, y el sufrimiento resultante de la misma le empujó a quitarse la vida en 1998, a los 37 años de edad y habiendo colgado las botas con anterioridad. «Las experiencias de nuestra infancia son lo que nos hacen como somos; ser incomprendido y la falta de amor te hacen mucho daño», dijo una vez durante una entrevista.

Nacido en el noreste de Londres en 1961 en primera instancia encontró en el deporte una vía de escape para una infancia complicada, pero a la postre acabó siendo un salir de las brasas para meterse en el fuego. En su momento fue el primer jugador de raza negra por el que se pagó un millón de libras, y llegó a formar parte del Nottingham Forest de Brian Clough de principios de los 80 inmediatamente posterior a la conquista de dos Copas de Europa. Y fue en 1990 cuando decidió hacer pública su homosexualidad tras multitud de rumores al respecto.

A partir de ahí, su vida se convirtió en un tormento, en 1998 llegó a ser acusado de abuso sexual a un menor y el 2 de mayo de aquel mismo año decidió suicidarse. «Me he dado cuenta de que ya he sido declarado culpable. No quiero dar más preocupaciones a mi familia y a mis amigos», dejó escrito en una nota tan trágico como su propio final.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO