Las desgracias nunca vienen solas. A la eliminación del FC Barcelona en la Europa League tras el partido de la vergüenza al estar el Camp Nou tomado por los hinchas germanos y la lesión de Pedri para lo que resta de temporada se une la más que segura sanción que la UEFA impondrá a la entidad catalana por la exhibición de bengalas de la afición del Eintracht y el exceso de aficionados alemanes fuera de la zona de seguridad acotada por la UEFA. Los 3,5 millones de euros que recaudó el Barça en concepto de taquilla en ese partido pueden verse sustancialmente reducidos.

Mientras se esperan las sanciones, la directiva del Barcelona ha empezado a tomar el toro por los cuernos y, paralelamente a la investigación interna que se ha iniciado para lograr dar con una explicación que justifique el bochorno del jueves, se van a implementar medidas para que esto no pueda volver a ocurrir.

Medidas que pueden llegar tarde en el caso del partido del próximo viernes de la ida de las semifinales de la Champions femenina entre el Barça y el Wolfsburgo. Entre el barcelonismo existe el temor de que, en menor medida, se pueda repetir un Camp Nou con enorme presencia rival.

Empecemos por las sanciones. El artículo 16 del Código Disciplinario de la UEFA especifica que los «equipos anfitriones son responsables del orden y la seguridad tanto dentro como en los alrededores del estadio tanto antes, durante y después del encuentro. Son responsables de los incidentes salvo que prueben que no ha habido negligencia alguna en la organización del encuentro». A falta del informe del coordinador de seguridad de la UEFA, parece claro que el Barcelona puede ser sancionado por haber mezclado de manera masiva a seguidores de uno y otro equipo. De hecho, los testimonios respecto a peleas y comportamientos incívicos que pudieron llegar a poner en peligro la seguridad de los asistentes se están multiplicando exponencialmente. Parece probable que se cierre una grada del Camp Nou como sanción.

Bengalas. Si el Barça puede defenderse del punto anterior, lo que nadie le puede evitar es la multa por la entrada de bengalas en la zona de los aficionados visitantes. Por mucho que fueran los del Eintracht los que colaran la pirotecnia, la responsabilidad recae en el dueño del estadio por no controlar el acceso de material prohibido de manera debida. Dicho esto, tampoco en este caso el Eintracht se salvaría de la multa. Si la UEFA puede cobrar por duplicado, no deja escapar la oportunidad

El remedio que propone el Barcelona para evitar que se repita un caso como este también puede traer polémica. Hablaba Joan Laporta en unas declaraciones a TV3 de la necesidad de que en un futuro, «las entradas serán nominativas en las competiciones internacionales que juegue el Barça en el Camp Nou».

Mientras tanto, el testimonio a diversos medios españoles y alemanes de seguidores alemanes que acudieron al partido deja claro cómo se lograron esas entradas: hasta 15 en la web del Barça con tarjetas no alemanas, agencias como ‘P1travel’ o filtros VPN.

FUENTE: AS.