La realidad del impacto de las sanciones al Chelsea ha quedado claramente reflejada en la rueda de prensa de Thomas Tuchel, que ha sorprendido a todos al reconocer que el equipo ni siquiera puede coger un vuelo a Middlesbrough para jugar los cuartos de final de la FA Cup este sábado.

La única solución, de momento, es hacer un viaje en autobús de más de 10 horas hasta el Riverside Stadium por culpa de las sanciones sobre Roman Abramovich, propietario del club, de cara al Gobierno británico. El límite que se le ha puesto al club es de 20.000 libras esterlinas por viaje y los costes lo superarían.

«Queremos encontrar soluciones, queremos jugar el partido del sábado tanto como la Champions League», dijo Tuchel, que añadió que «es difícil arreglar las cosas para el partido de la FA Cup. No se trata de lujo o ostentación. Estamos en un nivel de deporte profesional, donde jugamos cada cuatro días, y por eso es mejor llegar en avión que en autocar».

Lo más sorprendente es que, dada la situación, Kai Havertz, que estaba en la rueda de prensa, se ofreció a costear el viaje. «Yo pagaría, no hay problema. No es un gran gasto para nosotros. Venir a los partidos es lo más importante. Hay cosas más duras en el mundo que preocuparse por un avión o un autocar para ir a los partidos de fuera de casa», dijo acertadamente el alemán.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO