Senegal se consagró por primera vez campeón de África y en su país recibieron este lunes al equipo con una enorme celebración en Dakar, que impactó por el número de personas que participaron de ella. En sintonía con la pasión que desató el plantel, la jornada fue declarada día no laborable.

Cientos de miles de personas salieron a las calles de la ciudad con banderas, en un espectáculo de cantos, bocinazos y alegría. El mismo presidente de la Nación, Macky Sall, suspendió un viaje oficial para recibir al equipo en el palacio presidencial.

La locura popular llevó a incluso a que se produjera algún desmán, como cuando hinchas treparon a andamios en las cercanías del aeropuerto para ver pasar a los futbolistas y se enfrentaron con la policía, dejando como saldo algunos heridos.

El entrenador de la selección de Senegal, Aliou Cissé, agradeció la pasión de la gente y le ofreció el triunfo: «Dedico esta victoria al pueblo senegalés, llevamos años persiguiendo esta copa. Hoy podremos poner una estrella en nuestra camiseta».