Gremio acaba de confirmar su descenso a la Serie B del fútbol brasileño después de una última jornada apasionante en la que vencieron a Atlético Mineiro pero salieron perjudicados del triunfo de Juventude ante Corinthians.

Un 2021 de pesadilla para el conjunto de Porto Alegre a pesar de tener en su plantilla jugadores de enorme nivel y experiencia como Douglas Costa, Rafinha, Kannemann, Diego Souza o Lucas Silva.

La caída de un gigante

Hace apenas cuatro años que Gremio se proclamó campeón de la Copa Libertadores. Un equipo que era un ejemplo a la hora de competir gracias a su fiabilidad defensiva. Un muro casi imposible de batir que además contaba con artillería para sacar los partidos adelante. La plantilla no ha empeorado en este intervalo de tiempo y la llegada de Douglas Costa hizo soñar a la entidad. Además, jóvenes como Ferreira apuntaban alto y otros como Jean Pyerre u otro recién llegado como Campaz debían afianzarse. Pero la realidad ha sido bien distinta y las consecuencias han llegado.

Era cuestión de tiempo que se confirmarse la caída del Tricolor, que en las últimas semanas no había encontrado la reacción necesaria para salir de los puestos de abajo. El triunfo ante Sao Paulo a falta de dos fechas fue un espejismo dentro de la mala campaña, repleta de errores defensivos y bajo nivel de la mayoría de sus principales efectivos en el campo de juego.

Tres entrenadores han dirigido a Gremio a lo largo de la temporada y ninguno de ellos consiguió dar con la tecla. Renato Gaucho perdió su puesto tras caer en la previa de la Copa Libertadores, luego llegó Scolari y finalmente Vagner Mancini tomó las riendas para buscar un milagro que no se ha dado. No obstante, Mancini ha sido quien ha logrado mejores resultados dentro de una irregularidad que ha impedido la salvación.