El PSG jugará hoy una nueva semifinal de Champions LeagueNeymarMbappèDi María o Verratti son figuras indiscutibles, pero en su momento el primero que se animó al proyecto parisino fue Javier Pastore. Un cordobés que pasó por Huracán y por el Palermo se convirtió en el fichaje más caro de la historia del fútbol francés. Hoy, desde Romael jugador atiende a AS y charla de todo el proceso del club.

Fue el primer gran fichaje del PSG de los jeques. ¿Se convirtió en una presión añadida?

No, fue algo muy lindo. Yo tenía 21 años, fue el fichaje más caro en Francia en la historia en ese momento, era un club con aspiraciones enormes, pero no era el PSG que es hoy o que fue después. Fue una experiencia muy linda porque crecí yo como persona a medida que crecía el club y se están viendo los frutos, jugar una final el año pasado, estar de nuevo en semifinales, es algo muy positivo, yo lo disfruté mucho, estaba en una edad de pleno crecimiento.

 Antes de ir al PSG, los grandes de Italia le querían fichar. ¿Cómo fue ese mercado de pases?

Ese año los grandes de Italia estaban interesados, la Juventus, el Inter, el Milan. Contra el Inter jugamos final de Coppa Italia ese año y el entrenador era Leonardo. Después del partido él me dice que tenía la opción de seguir en el Inter o irse al PSG como director deportivo, pero que quería contar conmigo en las dos opciones. Ahí empezó la relación con Leonardo, que después se va al PSG. Yo estaba en la Copa América con Argentina y me llamaba todos los días para convencerme de ir al PSG, pero yo ese mes no decidí. Apenas terminó la Copa vimos las ofertas y un día soñé que estaba de vacaciones con mi mujer paseando por la Torre Eiffel entonces fue instantáneo, llamé a mi representante y le dije “vamos a París” y cuando llego, el presidente con Leonardo me muestran el proyecto y los jugadores que estaban pensando para ir, cumplieron todo lo que me prometieron.

Llega al PSG y en dos años llegan Beckham, Verrati, Cavani, Ibra, Thiago Silva, Lavezzi… ¿Cómo cambió ese vestuario?

Cambió rápido, muchísimo. El objetivo el primer año era entrar en Champions para convencer a estos jugadores de venir al club. Si no entrabas en Champions era complicado. El objetivo lo cumplimos y ese verano empezamos a escuchar nombres, para mí era algo muy lindo compartir con jugadores de ese nivel, que habían jugado en equipos grandes, era emocionante. Cambió el espíritu de competir, había que ganar, ganar y ganar. Nos ayudaron mucho en nuestro crecimiento.

¿Cómo era la relación con ese vestuario?

Casi vivíamos juntos, cada dos o tres días comíamos en la casa de alguno, cenábamos afuera. Se hizo un grupo muy unido porque éramos muchos que veníamos de Italia y no hablaba el francés, era un poco complicado eso. Nos agrupamos mucho e hicimos un grupo hermoso. Yo me la pasaba mirando a Ibra en los entrenamientos, qué hacía. Eso me hizo crecer mucho porque él competía constantemente, en el gimnasio, en todos lados. Es una persona que motiva mucho, como se ve ahora en el Milan.

¿Era Lavezzi el más bromista del grupo?

Él fue un jugador muy importante para el PSG no solo por lo que hizo en el campo, si no porque formó este grupo en el vestuario. Era el mediador entre los franceses y los demás, invitaba a todos a comer, organizaba las cenas, fue alguien que unió mucho el grupo y eso favoreció para ganar los primeros títulos.

¿Tenía relación con el Jeque del PSG?

Sí, por supuesto. Yo fui como el ‘primero’ en llegar, llegamos muchos, pero se hablaba mucho de mí por el precio que habían pagado. Gente del Jeque, el presidente Nasser o el dueño me preguntaba por los jugadores que iban a llamar, si me parecía bien o no, tuve mucha relación con ellos, yo siempre lo viví muy natural, pero era algo muy loco, estaba hablando con el Rey de Qatar, con el dueño de un país, pero él era muy joven, era como un amigo, te hablaba de manera natural, no lo veías de otra manera. Sigo hablando con ellos y fue un placer, ellos me agradecen siempre y yo les agradezco a ellos, para mí fue una decisión muy buena.

¿Nunca le prometió traer a Messi?

A Messi lo querían siempre, je, todos los años. Pero siempre supieron que Messi es una carta muy difícil y que era difícil sacarlo, pero siempre lo quisieron. De risa me tiraban que lo convenciera, igual que con Di María, les decía lo lindo que era vivir en París, lo bien que estaba el equipo, al final terminó llegando Ángel.

Jugó con Messi, Di María, Neymar, Mbappè… ¿alguna pared tiró, eh?

Son jugadores con los que te divertía jugar, era un placer. Vos la dabas y te la devolvían, te iba a llegar redonda la pelota. Disfruté mucho jugando con Verrati y Thiago Motta, el 2015 fue uno de mis mejores años, teníamos una conexión muy buena. Jugadores como Mbappè, Neymar, Cavani o Di María eran sinónimo de gol, se la dabas y era gol.

TOMADO DE DIARIO AS