Jose Mourinho permaneció en el campo de entrenamiento del Tottenham una vez ya había sido despedido del club para decir ‘verdades’ a la plantilla durante cuatro horas.

La mala racha de resultados tras 17 meses al cargo del equipo condenaron al luso, que recientemente había sido eliminado de la Europa League y en Premier no llevaba un buen camino. Según el Telegraph, cuando Mourinho estaba recogiendo sus cosas se sinceró son los que hasta ahora habían sido sus futbolistas. La relación con estos había tocado fondo tras la eliminación ante el Dinamo Zagreb el mes pasado, y anteriormente ya había tenido algún problema con jugadores como Danny Rose o Dele Alli.

Incluso con Gareth Bale, que ha llegado esta temporada en calidad de cedido por el Real Madrid, y le lanzó un dardo a Mourinho una vez este ya ha dejado el equipo.

Ahora sin el luso en el cargo, Ryan Mason es quien se ocupa, de forma interina, del equipo hasta que se encuentre un reemplazo para Mou.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO