Inglaterra no ha digerido la ruptura que quieren algunos ricos con la Superliga. Miles de respuestas anónimas van contra la idea de un formato cerrado. El primer ministro, Boris Johnson, ha mostrado su rechazo. A finales de enero de este año Guardiola también se opuso: “No podemos perder el significado de las ligas locales sino potenciarlas, hacerlas más fuertes. Mejorar la Premier, la Championship, la League One…”, reflexionó el entrenador de Santpedor.

Una reacción categórica, sin titubeos: “Tenemos que ir a la calidad y no a la cantidad. Y en lugar de hacer una Superliga, hacer una Super Premier League. Pero no puedes matar las divisiones inferiores”. Argumento que ahora contrasta con la adhesión del City a esta nueva competición: “La pandemia ha revelado que una visión estratégica y un enfoque comercial son necesarios para aumentar el valor y las ayudas en beneficio de la pirámide del fútbol en su conjunto”, reza el comunicado conjunto de todos los clubes.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO