FIFA 21 ya se puede jugar de forma retrocompatible en PS5 y en Xbox Series X, pero será en diciembre cuando la entrega de EA Sports se actualizará a la nueva generación de consolas con varias novedades. Durante la semana pasada pudimos asistir a un evento virtual en el que varios de los desarrolladores de la compañía mostraron y comentaron algunas de las novedades del juego. El título, eso sí, todavía no se ha dejado ver como funciona en partidos reales y qué novedades jugables encontraremos más allá de temas que se aplican gracias a las nuevas físicas, y según EA, los “fundamentos” siguen siendo los mismos que en PS4, Xbox One y PC. Esto es lo que pudimos ver con el juego.

Lo primero que nos contaron es que querían hacer que la experiencia del día de partido fuera mucho más realista, y eso se podía tirar adelante gracias a la nueva generación de consolas: verse, moverse y sentirse como nunca antes. Este es el lema para PS5 y Xbox Series. Pero… ¿En qué se va a mejorar respecto a las versiones actuales? Principalmente con unos gráficos más detallados. Y no nos referimos solo a jugadores más fieles y con más matices, que también.

Una de las grandes novedades se encuentra en las físicas y en la iluminación. En el primer caso, los jugadores han ganado en animaciones y en la transición de las mismas, de tal manera que hay muchas jugadas que aunque queden cortadas por una entrada o un choque con otro jugador, la animación sigue su curso de manera más real. Pueden añadir más matices en los movimientos y éstos tienen más momentos en los que se pueden cortar, consiguiendo que haya ciertas acciones que fluyan mejor en el campo.

Más mejoras visuales, como en los músculos. Se nos enseñó un vídeo donde veíamos a Pogba golpear el balón, y cómo esto afectaba a toda la musculatura del cuádriceps de manera realista, a diferencia de la versión actual donde no tenemos este nivel de detalle. También pasa con el balón, que ahora al ser golpeado se deforma como en la vida real durante el impacto, ofreciendo así una mayor inmersión que quiere asemejarse a lo que vemos cuando estamos disfrutando de un partido en el televisor. A todo esto no faltaban nuevos añadidos, como una recreación del pelo de los jugadores mucho más trabajada o la iluminación y el sudor, mucho mejores. También se nos mostró una cámara nueva que permitía abarcar buen campo de visión manteniendo la espectacularidad de lo que sucedía en el terreno de juego.

Animaciones con mayor respuesta

A nivel jugable, EA Sports se centró sobre todo en explicarlo como las animaciones más largas permitían tener múltiples contactos con el balón y otros jugadores, provocando que se generasen no solo situaciones más reales a nivel visual, sino también situaciones cambiantes e imprevisibles con mayor frecuencia. A cada entrada puede haber una respuesta diferente según el momento en el que se ejecute. En general, pudimos ver poco gameplay in situ, pero lo que vimos ofrecía físicas en agarres, empujones y choques mucho mejores. Pudimos ver como en los córners los jugadores peleaban metiendo partes del cuerpo, estirando la camiseta e intentando ganar la posición.

También se han añadido otras características para intentar asemejarse a un partido real, y eso va desde animaciones en las que los jugadores se lamentan, están decepcionados o indican a un compañero donde pasar el balón que dan más variedad visual a lo que sucede en el campo, aunque no tenga una afectación jugable directa propiamente hablando. Nuevas celebraciones en goles clave en el final del partido, yendo hacia el entrenador o jugadores del banquillo, previas de los partidos viendo como los aficionados entran al estadio (qué tiempos aquellos), los jugadores llegan al campo, etc. para vestir la experiencia de principio a fin.

La aportación del DualSense

Hubo tiempo para explicar algunas novedades que tendrá el juego en FIFA 21, adaptado al DualSense. Se notará el impacto de los disparos, los pases, las entradas y demás gracias a los controles hápticos, que según ellos proponen una gran sensación de estar viviendo lo que pasa dentro del campo. Uno de los detalles que nos pareció muy atractivo es precisamente que notaremos resistencia en los gatillos para notar el cansancio de los jugadores a la hora de usar el sprint (aunque entendemos que lo vamos a perder si, como muchos hacemos, corremos con R1). Naturalmente, para la nueva generación contamos con tiempos de carga mucho más rápidos, transferencia de contenido en modos clave como Volta y FUT y otros detalles por desvelar.

La charla entró en distintas preguntas de los presentes en la misma, de donde pudimos sacar que FIFA 21 era solo la punta de lanza de la saga para la nueva generación y que rompía el techo que habían encontrado en PS4 y One, que no habrá crossplay porque son juegos diferentes y no pueden competir el uno contra el otro, que de momento no hay planes de este upgrade para PC y que, a nivel de mecánicas y jugabilidad, la base será la misma que el juego que ya tenemos a la venta, pero con las mejoras detalladas.

Faltará ver cómo afectan los cambios de físicas y animaciones en el juego, que por cierto en su versión retrocompatible en PS5 y One ya se ve más fluido. Pero hasta que no lo probemos no sabremos qué ritmo de partido nos encontramos, si sigue habiendo esos desequilibrios ataque-defensa (no respondieron a nuestra pregunta) que tantos goles están provocando en la entrega actual y qué tipo de desarrollo de partidos nos vamos a encontrar. Lo que hemos visto, en todo caso, dan muchas ganas de ver fútbol de nueva generación. Esperemos que también se trasladen las ganas a los mandos y no solo a la vista.

TOMADO DE DIARIO AS – MERISTATION