Marco van Basten (Utrecht, 56 años) no ha tenido en los banquillos la gran carrera que tuvo sobre el césped, ya que sobre los terrenos de juego fue de los más grandes que ha habido nunca. Este jueves 5 de noviembre sale a la venta su autobiografía ‘Basta. My life. My truth’. Un libro donde cuenta sus mejores momentos (Balones de Oro, goles internacionales) y los peores (problemas de tobillo y lesiones). Un mar de sorpresas de uno de los personajes más intrigantes del espectro futbolístico.

En una entrevista en The Guardian resume su autobiografía y revive su retirada precoz como consecuencia a los graves dolores en los tobillos: «Fue muy difícil porque pasé del nivel más alto en el fútbol al nivel más bajo de infelicidad personal. Una caída muy grande y una época realmente oscura». Además, revela su poca sintonía con el puesto de entrenador: «No soy un buen técnico. Puedo entrenar jugadores y hablar de fútbol, pero cuando perdía como entrenador era tan doloroso que no podría convivir con eso«.

El gran delantero holandés relató cómo fue su calvario con las lesiones en su última etapa como jugador: «Todo se vino abajo. Hubo mucho dolor y problemas. Se podría decir que en esos cinco años tuve toda mi carrera internacional. Después de muchos problemas con las operaciones, cojeaba. No podía hacer nada sin dolor. Estaba realmente discapacitado y los médicos no pudieron ayudarme. Tenía un poco de miedo«. Fue Johan Cruyff quien le insistió a que jugara pese a tener ya molestias en las articulaciones. «Me lesioné por primera vez en diciembre de 1986 y no mejoró. Johan tuvo una discusión con el médico que dijo: ‘Tiene un problema, pero no va a ser peor. El puede jugar.’ Tenía la sensación de que esto no era bueno. Tengo mucho dolor. Johan dijo: ‘Escucha, hacemos un trato. No juegas todas las competiciones y puedes saltarte algunos entrenamientos. Pero tienes que jugar en Europa. Pase lo que pase, hay que jugar la final’. Ese fue el trato que hicimos», narra.

Su miedo a tener cáncer de huesos

Van Basten lo pasó mal esos años con sus tobillos. Los dolores eran continuos. Incluso, confesó uno de sus temores: tener cáncer de huesos. «Había ido de mal en peor. Después de muchas operaciones y de ver a médicos de todo el mundo, lo intenté todo, pero no pudimos encontrar la solución. Hubo un momento en 1996 en el que tuve que decir: ‘Tengo que tratar de estar saludable’. Tomamos la decisión de fusionarme el tobillo. Para un deportista, y yo solo tenía 32 años, esa es la peor opción. Pero tuve que detener el dolor», desgranó el exfutbolista de Ajax y Milan. «Al principio, los médicos no me dieron buenos consejos. Seguí y seguí y el daño empeoró. La siguiente temporada fui a Milán con Gullit . Jugué los primeros partidos en agosto-septiembre, luego fui a otro médico en Barcelona y tomamos la decisión de operar. Era demasiado tarde, porque el daño ya estaba hecho«. Recuerda que tenía que ir gateando al baño desde la cama mientras contaba los segundos: «Nunca llegaba al baño antes de llegar a los 120′. Los umbrales de las puertas son la parte más desafiante porque mi tobillo tiene que pasarlos sin tocarlos. Incluso el más mínimo toque me hacía morderme el labio para evitar gritar».

El tremendo goleador y triple ganador del Balón de Oro dio el salto a los banquillos en 2004 para dirigir a la selección de Holanda. Tras cuatro años dejó el equipo tras no tener suerte en el Mundial de 2006 (derrota en octavos ante Portugal) ni en la Eurocopa de 2008 (eliminado por Rusia en cuartos). Luego estuvo en el Ajax (2008-2009); Heerenven (2012-2014) y un corto período de tiempo de segundo en el AZ Alkmaar y en la oranje con Danny Blind. No fue una experiencia muy grata: «La profesión de entrenador también es mala para la salud. Cuando me convertí en asistente, era inteligente y servicial. Tuve paciencia. Como entrenador principal era todo lo contrario. Tomé una buena decisión al salir».

Sus grandes años en el Milan

Van Basten jugó para el Milán desde 1987 hasta que colgó las botas en 1995. Tuvo a Arrigo Sacchi y a Fabio Capello como técnicos pero tenía mucho más feeling con Capello: «Estaba acostumbrado a Cruyff, que había sido un gran jugador. Pensábamos lo mismo. Capello también. Sacchi fue más teórico. Tuvimos que ver tantos videos y él siempre estaba hablando durante el entrenamiento. Fue demasiado. Le dije: ‘Señor, esto ya me lo ha dicho 12 veces. Si no lo entiendo ahora, nunca lo entenderé. Era tan fanático que seguía contando las mismas historias. Eso fue difícil de aceptar. Sacchi y Capello tuvieron suerte porque teníamos un equipo maravilloso. Baresi, Maldini, Costacurta y Tassotti eran grandes defensas que también podían jugar muy bien con el balón. Realmente nos hicimos mejores en el entrenamiento».

Y se muestra orgulloso de haber formado parte del gran Milan: «Ajax en 1972, Bayern Munich en 1974, Liverpool de los 80 y también Real Madrid con Ronaldo y especialmente Barcelona con Messi, Busquets, Iniesta y Xavi. Así que no voy a decir que fuimos los mejores. Pero éramos uno de ellos».

Altibajos en su relación con Cruyff

El ‘9’ relata, como si fuera ayer, cuando vio por primera vez a su compatriota siendo aún un niño. «Fue un momento realmente especial. Yo tenía 15 años y él salió del estadio. Quería decirle: ‘Recuérdame, porque en el futuro nos veremos’. Fue un sentimiento tan fuerte pero no tuve el coraje». Años después ya compartieron vestuario y fue su entrenador: «Un año después, cuando jugaba en el Ajax Youth, nos vimos en el campo de entrenamiento. Creo que tuvo la sensación de que: ‘Está bien, este es un jugador interesante con talento’. Jugué con él y contra él en el último período de su carrera. Lo tenía como amigo y era mi entrenador. Me encantaba entrenar con él«.

Pero su relación con Johan no fue tan idílica y se rompió cuando ambos tenían opiniones diferentes sobre el rumbo del Ajax. «Era mi héroe, mi mejor ejemplo y mi amigo. Entonces su opinión fue diferente a cómo yo veía las cosas en el Ajax. Fue doloroso pero eso pasa a veces con un maestro y su alumno. Él fue a la derecha y yo a la izquierda. De repente no tuvimos ningún contacto. Después de su muerte, vi a su esposa en un torneo de golf en Turín. Seguimos hablando de Johan y volvió a ser amistoso«. La esposa de Cruyff le dijo a Van Basten que Guardiola y él eran sus favoritos.

Van Basten intentó aplicar lo aprendido con Cruyff en su época como seleccionador de Holanda: «Cruyff podía ser duro conmigo porque había jugado en la calle donde se usa un idioma diferente. Hice lo mismo con Ruud van Nistelrooy cuando era seleccionador nacional. Quizás yo era demasiado fuerte, demasiado duro, demasiado directo como lo había sido Johan conmigo. Debería haber sido un poco más suave con Van Nistelrooy. Ahora tengo una muy buena relación con Ruud. Es una persona fantástica, pero al principio no teníamos ese sentimiento, tal vez porque me respetaba demasiado».

El delantero no siente nostalgia por lo que ha vivido en el fútbol y ya es pasado, aunque aún tiene secuelas y no puede jugar al fútbol: «Ahora estoy haciendo otras cosas y me siento mucho más libre. Hago algunos negocios y trabajo para la televisión, hablando de fútbol. Todavía tengo una linda esposa, buenos hijos, dos nietos. Todos estamos sanos. Así que disfruto de la vida. No tengo ningún dolor pero estoy limitado. No puedo jugar al tenis ni al fútbol. Pero juego al squash y estoy agradecido. Mirando hacia atrás, sentía que era una lástima no poder terminar mi carrera más tarde para poder ganar más títulos de la Liga de Campeones. Quería mostrar más de mí mismo. Algunos jugadores tienen 18 años en el fútbol. Pero hay otros que se lesionan antes de comenzar. Cuando pensé así dije: ‘Si comparo con eso he tenido mucha suerte. Al menos tuve 10 años de una hermosa experiencia que cambió mi vida para siempre«. Palabras de un campeón.

TOMADO DE DIARIO AS