Bale volvió a Madrid y se incorporó a la pretemporada del equipo blanco, pero no hubo cara a cara con Zidane. Al menos, en la sesión con el grupo, pues el galés trabajó en el interior de las instalaciones de Valdebebas y no junto al resto de sus compañeros; el Real Madrid no emitió parte médico sobre si su ausencia se debe a algún problema físico o molestia, lo que parecía inesperado al haber jugado 45 minutos frente a Finlandia y los 90' ante Bulgaria en el doble compromiso internacional con la selección de Gales. Sin embargo, AS pudo saber que Bale ha vuelto con un golpe en la rodilla, pese a que abandonó la concentración de Gales sin noticias de dolor o molestias físicas y ha disfrutado de dos días de descanso (lunes y martes); en su retorno a la disciplina blanca, trabajó en el gimnasio junto a Asensio, Isco, Mariano y Reguilón, todos con algún problema o molestia física.
Se esperaba el reencuentro de Zidane y Bale tras las declaraciones del galés recientemente desde su país, en relación a si saldrá del Madrid este verano: "Creo que el club necesita responder esa pregunta porque traté de irme el año pasado y el club bloqueó todo en el último segundo. Ha habido otros casos en los que intentamos ir pero el club no lo permitió ni hizo algo para que así fuera. En el club tienen el control de todo, está en manos del club pero ponen las cosas muy difíciles para ser honestos. La decisión está en manos del Real Madrid". Bale trasladó el problema al club, que quiere darle salida a un jugador que no cuenta para Zidane y que le supone a la entidad un gasto bruto de casi 30 millones por temporada (tiene contrato hasta junio de 2022).
El retorno de la competición futbolística tras el parón provocado por la crisis del coronavirus no mejoró en absoluto la situación de Bale: apenas jugó dos partidos de los once últimos en Liga, siendo titular en sólo uno de ellos. Y no viajó a Mánchester para la disputa de la vuelta de octavos de final de la Champions por petición propia, como Zidane reveló antes del duelo. Una petición que también había efectuado James Rodríguez para evitar riesgos mientras buscaba una salida que encontró poco después, con destino al Everton. Bale, sin embargo, lo tiene más complicado: no tiene ofertas (su enorme salario es la mayor dificultad) y tampoco ha puesto especialmente de su parte para abandonar el Madrid, pese a que sabe que es el último en los planes de Zizou. Queda por ver si en la sesión del jueves se ejercita junto al resto de sus compañeros con normalidad o si sigue en el gimnasio.
Odegaard, con el grupo
El que sí trabajó junto al resto de compañeros disponibles fue Odegaard, que venía haciéndolo en el gimnasio mientras terminaba de dejar atrás sus molestias en la rodilla derecha, en la que sufrió una tendinopatía rotuliana al final del pasado curso. El jugador y el Madrid optaron por un tratamiento conservador con el que esquivar el quirófano y Odegaard trabajó durante sus vacaciones en el Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada para ir fortaleciendo la zona. Este miércoles pudo trabajar sin problemas con el grupo y espera contar para Zidane como uno de los candidatos a arrancar la temporada como titular en la línea medular.
TOMADO DE DIARIO AS