QUI10. QUITO (ECUADOR), 25/03/2010.- El jugador del Deportivo Quito de Ecuador Michael Arroyo (c) celebra un gol contra el Emelec hoy, jueves 25 de marzo de 2010, durante el partido de la Copa Libertadores de América que les enfrentó en el estadio Atahualpa de Quito (Ecuador). El Deportivo Quito ganó 1-0 en el juego de la tercera jornada del Grupo 5, pero continúa en terapia intensiva por el paso a los octavos de final, mientras Emelec cayó en coma al sumar tres derrotas consecutivas. EFE/José Jácome

Rubén Darío Insúa, entrenador de la Liga de Portoviejo, ya arma su plan de entrenamiento para la reanudación de las actividades. El argentino viajó en vuelo humanitario hasta su país en abril y su retorno sería en los próximos días. Durante en confinamiento ha estado en permanente contacto con los dirigentes del club.

En una entrevista en radio Huancavilca, el ‘Poeta’, como conocen a Insúa, dio detalles del futuro de su plantilla. Además recordó cómo fue que Michael Arroyo se transformó en figura y las condiciones que existían cuando era jugador del Deportivo Quito.

“El preparador de arqueros me llamó y me dijo que Michael Arroyo quiere hablar con usted y quiere probarse y que Emelec no le iba a dar espacio”, recordó el entrenador.

Arroyo también se contactó con Insúa personalmente para pedirle una oportunidad. El argentino accedió y lo citó en el complejo Ney Mancheno. También aseguró que fue una adquisición estratégica para el club.

«Emelec pedía USD 140 mil a pagarse en 10 cuotas. En el Quito creyeron en mi palabra, porque un año más tarde el club lo vendió en USD 2,5 millones a México”, recordó Insúa.

Pero el paso de Arroyo por la ‘AKD’ no fue sencilla. El DT y su cuerpo técnico le pusieron condiciones. El mediocampista llegaba al Quito después de una sanción por dopaje, por lo que los controles eran estrictos.

«Las únicas personas que podrían entrar a su casa era su esposa y su hijo. No podía ir nadie más. Lo controlábamos periódicamente . Le dije que no le iba a dejar pasar una», dijo.

Sobre su paso por ‘La Capira’ y compartir club con su hijo Robertino, afirmó que fue la dirigencia la que quería contar con él en la plantilla. Ahora el trata de darle el mismo espacio que tienen el resto de sus compañeros.

“Para mi es un jugador igual que todos. Una de las facetas que debe tener el entrenador es ser justo”, recalcó.

“El presidente de Liga lo quiso contratar sin que yo lo pida. Robertino prefirió quedarse en Barcelona hasta diciembre esperando a ver si podía jugar en primera”.