La venta del Newcastle United al fondo de inversión pública árabe controlado por el príncipe Mohamed Bin Salman está siendo uno de los asuntos que más quebraderos de cabeza está trayendo a la Premier League en este momento de parón a causa del coronavirus.

Ahora, BeIN Sports, socio de emisiones internacionales de la Premier League, ha escrito a la propia Liga y a cada club por separado para intentar que el conjunto de las Urracas no acabe en manos saudíes. ¿El motivo? El pirateo televisivo masivo que se produce en Arabia Saudí a través de la plataforma beoutQ.

Según la prensa inglesa, Yousef al-Obaidly, CEO de BeIN, envió esta misiva. «El peligro de permitir de la adquisición y el control de un importante club de la Premier League por parte de los mandatarios de Arabia Saudí no puede ignorarse, dadas las acciones del país y su impacto directo sobre los intereses comerciales de la Premier League, sus clubes, sus socios para la difusión y el fútbol en general. Como socio desde hace tiempo y gran inversor en la Premier League, le instamos a considerar cuidadosamente todas las implicaciones», piden desde Bein a los distintos destinatarios de esta carta. Avisan que, cuando la temporada se reanude, el fútbol seguirá siendo pirateado gracias al beneplácito saudí en este país además de Oriente Medio e incluso el norte de África y reclama a la Premier proteger sus ingresos por derechos de televisión y más tras las pérdidas provocadas por el parón debido a la pandemia de coronavirus.

Mike Ashley, dueño del Newcastle y también de la cadena de distribución de ropa deportiva SportsDirect, lleva años trabajando en la venta del club, que en las últimas semanas ya se da por hecha a cambio de unos 300 millones de euros. El grupo de inversión árabe controlaría el 80% del accionariado gracias a la ayuda de la financiera Amanda Staveley y a los hermanos Reuben, considerada la segunda familia más rica de Reino Unido. Este contrato, según informó Telegraph hace semanas, está firmado y falta la aprobación de la Premier League, que es la que BeIN trata de frenar.

Además de a los socios comerciales, esta compra tampoco convence a todos los aficionados. Los fans de las urracas están divididos entre los que consideran que será bueno para que el club vuelva a los puestos de cabeza del fútbol inglés gracias a una gran inversión en fichajes, mientras, otros, consideran que Bin Salman usará el club para un lavado de cara del régimen saudí por el que no merece la pena un posible éxito deportivo.

En esta línea se mueve Amnistía Internacional. La ONG denuncia la violación reiterada de los derechos humanos en el territorio controlado por Bin Salman y asegura que esta operación se trata de un ‘blanqueo deportivo’ de la monarquía del país árabe.

«La Premier League corre el riesgo de convertirse en una presa fácil para aquellos que quieran usar el glamour y el prestigio del fútbol de la Premier League para encubrir acciones que son profundamente inmorales, en violación del derecho internacional y en desacuerdo con los valores de la Premier League y la comunidad futbolística mundial», aseguró la direcora de Amnistía Internacional en Reino Unido, Kate Allen, en una carta dirigida a la Premier League.

Esta compra tardará algunas semanas en resolverse según apuntan medios ingleses y se podrá observar si las presiones para que Bin Salman quede fuera de la Premier surten efecto. Los aficionados de las urracas, a la espera.

TOMADO DE: AS.COM