Ronaldinho, junto a su hermano Roberto de Assis Moreira, lleva nueve días de prisión domiciliaria en el hotel Palmaroga, de Asunción, Paraguay, luego de haber pasado 30 días en la Agrupación Especializada de la Policía (pagó una fianza de 1.600.000 dólares para salir).

A pesar de eso, el astro brasileño no deja de pensar en el fútbol y realizó un pedido muy especial. «Ayer le trajeron una pelota reglamentaria. Le habilitamos un salón -de unos 30 metros por 15- para sus picaditas», expresó Emilio Yegros, gerente general, en declaraciones que recoge el diario Excelsior de México.

Actualmente, Dinho y su hermano son los únicos huéspedes del lujoso hotel, por las medidas sanitarias que tomó el gobierno paraguayo por pandemia del coronavirus. Por eso, no puede recibir visitas.

«Parece buena gente. No pierde la sonrisa, su hermano tampoco. Su semblante cambió desde el primer día cuando llegó tenso y visiblemente estresado», agregó Yegros.