La Bundesliga seguirá suspendida hasta el 30 de abril, como mínimo, mientras se estudia la posibilidad de reanudar las actividades de esa temporada más adelante, aunque con partidos a puerta cerrada.
“Por supuesto buscamos la manera de reanudar la actividad. Pero no es realista imaginarse jugar con público en esta temporada“, indicó el jefe de la Liga Alemana de Fútbol (DFL), Christian Seifert, tras la asamblea celebrada por videoconferencia entre sus miembros.
La decisión de mantener en suspenso la temporada afecta a los 36 equipos profesionales de la primera y la segunda división.
“Tenemos que esperar a que vuelva a ser posible disputar los partidos con cierta normalidad”, añadió Seibert. Por lo pronto ésa no es la situación actual, “no solo desde el punto de vista del interés futbolístico, sino también del conjunto de los ciudadanos”, apuntó.
La temporada quedó interrumpida a principios de marzo, en principio hasta el 2 de abril. La cúpula de la propia DFL recomendó el 24 de marzo prolongar la suspensión hasta el 30 de abril, cuestión que se ha visto refrendada por la asamblea, pese a las dificultades económicas que ello implica para muchos clubes.
Alemania es uno de los países con más alto número de contagios de coronavirus, aunque la tasa de mortalidad hasta ahora ha sido moderada.
Según las cifras del Instituto Robert Koch (RKI), competente en la materia en Alemania, hasta la medianoche pasada se habían verificado 61.913 contagios y el número de víctimas mortales se sitúa en 583.
La Universidad Johns Hopkins de EEUU, con una actualización más dinámica, sitúa los contagios en Alemania 67.051 y la cifra de muertos en 651.