Moussa Marega, futbolista de Porto, anotó un gol en la victoria sobre Guimaraes por 1-2. Sin embargo, tras la anotación, los insultos racistas por parte de los hinchas rivales estallaron en el estadio.

Además de los insultos, los aficionados lanzaron una butaca negra y atacaron con todo al futbolista que nació en Francia.

Tras todo este tema, el Marega no aguantó más y empezó a reaccionar con gestos hacia los hinchas. Sus compañeros intentaron calmarlo, pero no fue posible. Así, el jugador se negó a seguir en cancha y el técnico de Porto lo reemplazó.

Tras la sustitución, el futbolista salió bastante acompañado y se fue del terreno de juego directamente a los vestuarios. Adicional a esto, el partido siguió como si nada y el juez no suspendió el encuentro.