A través de un durísimo comunicado, contra Antoine Griezmann y Barcelona, el Atlético de Madrid había informado que el jugador tenía que presentarse en el primer entrenamiento del Colchonero bajo las órdenes de Diego Simeone, aunque el francés encontró la manera de eludir esa situación incómoda.

El delantero le comunicó oficialmente al club, mediante sus abogados, que pagará su cláusula de rescisión de 120 millones de euros, por lo que ya no tendría la obligación de presentarse en el Cerro del Espino para comenzar los trabajos con el resto del plantel.

Es una estrategia legal que le permite ausentarse a la práctica aunque todavía no se haya realizado el pago. El jugador dispone de algunos días para presentarse en la sede de la Liga para abonar la cifra que le otorga la ‘libertad’ para firmar con el club que quiera.