Hace apenas unos días Fernanda Colombo, de 30 años, fue protagonista al trolear en el partido de la Liga de las Estrellas de Ecuador al jugador del Barcelona Sporting Club, Kitu Díaz. Su gesto ha sido uno de los más comentados en las redes sociales. La árbitra brasileña, pitó, llamó al jugador, echó la mano al bolsillo trasero del pantalón y… se secó el sudor de la frente tras dedicar una sonrisa al futbolista al que supuestamente iba a amonestar. Fernanda fue invitada para arbitrar el partido entre el Barcelona Sporting Club y el Liga de Quito. La imagen se volvió viral.

Pero la anécdota ha dado paso a una desagradable propuesta. Fernanda Colombo denuncia en su cuenta de Instagram que ha recibido por email «una propuesta inmoral». La propuesta de trabajo por «encuentros con clientes» ofrece a la árbitra «un caché de 7 mil como mínimo» (no especifica si en reales brasileños, en dólares o en qué moneda, en caso de reales serían 1.600 euros y en el de dólares, 6.178).

La árbitra, licenciada en Educación Física, subió una captura de la propuesta que acompañó con un texto lamentándose del trato recibido. Retirada del arbitraje, dirigió el Partido de las Estrellas hace unos días en Ecuador tras recibir una información: «Recién he recibido este correo conteniendo una propuesta inmoral que me hizo sentir una basura. Lo único que quiero es poder trabajar con lo que amo, que es el fútbol y el periodismo. Que todos puedan respectar el camino que elegí para mi vida».

Fernanda Colombo ha tenido que lidiar con dos circunstancias que se han vuelto en su contra durante su carrera como árbitra: ser mujer y ser atractiva. En su país le dieron la oportunidad de arbitrar partidos de fútbol masculino. Algunas decisiones en el terreno de juego fueron tan discutidas y criticadas que la Federación Brasileña de Fútbol tuvo que ‘meterla en la nevera’ durante dos años y se le instó a recibir un nuevo curso.