La ‘torcida’ brasileña reclamaba por tener un jugador a la vieja escuela, uno de esos que enamora con sus gambetas y que representa al pueblo en la cancha. Everton a sus 23 años nunca imaginó llegar a la selección, mucho menos convertirse en el jugador que reemplazaría a Neymar y que la gente ahora toma como referente para ilusionarse con volver a ganar una Copa América después de 12 años. ‘Cebolinha’ representa el potrero del que carecía el equipo de Tite que apenas tiene 3 jugadores que juegan en el país de los 23 que convocó.

Una ‘caricatura’ hecho crack

Everton Sousa Soares nació el 22 de marzo de 1996 en Fortaleza al norte de Brasil. Con apenas 14 años dejó su tierra natal para probar suerte en el Sao Bernardo, un equipo del estado de Sao Paulo, sin embargo, prefirió regresar a su ciudad para jugar en el Fortaleza, equipo donde soñó convertirse en profesional y aunque no lo logró, le sirvió para a los 16 años ser fichado por Gremio.

En 2014 debutó como profesional de la mano del técnico Enderson Moreira, quien lo mandó a la cancha del Orlando Scarpelli a los 78’ en un partido que iba perdiendo Gremio frente a Paranaense de visitante. Con 18 años, el delantero ingresó por Pará, quien fue el que lo apodó como ‘Cebolinha’ gracias a su parecido con uno de los personajes de una clásica caricatura brasileña llamada «Turma da Mônica» de los sesenta.

Desde aquel 20 de abril de 2014 hasta la fecha, Everton ha ganado cinco títulos –entre ellos una Copa Libertadores (2017) y una Recopa Sudamericana (2018)-, acumula 58 goles, dos de ellos con la selección en esta Copa América y seguramente su próximo destino sea el viejo continente –clubes como West Ham, Manchester City, Manchester United y Milan, han mostrado interés por él-.

En la cancha, el rebelde que hacía falta

Ante la ausencia de Neymar, Tite tenía la solución en el banco, el de Gremio fue paciente desde su primer llamado a la selección para la fecha FIFA de septiembre en 2018, donde entró 10 minutos frente a Estados Unidos reemplazando precisamente a Neymar. Nueve meses después, en la Copa América de Brasil, ‘Cebolinha’ con un golazo frente a Bolivia entrando desde el banco y luego contra Perú siendo titular y figura, le dejó claro a su técnico que su presencia en la cancha era lo que Brasil necesitaba para recuperar la alegría en el juego con gambetas, un deseo interminable de llegar al arco rival y patear sin miedo a un entorno que lo cobija porque se siente identificado con su forma de jugar, rebelde y atrevida como aquellas históricas selecciones de Brasil.

Le ganó el pulso a Neres

Tite nunca se mostró preocupado pese a sentenciar que la baja del ‘10’ era importante para la selección. El técnico creyó que David Neres, figura con el Ajax esta temporada, podría ser quien mejor encajaría en esa posición de extremo por izquierda o volante abierto con llegada al área teniendo en cuenta su 4-1-4-1. Sin embargo, al jugador que debutó en el Sao Paulo (2016) y muy rápido se fue para Europa, le ha pesado jugar en su país donde luce tímido en la cancha y sin la explosión que mostró con el campeón holandés. En su lugar, apareció Everton para darle tranquilidad y personalidad a una selección que necesitaba una motivación de este tipo.

Arena do Gremio, su casa

Brasil jugará los cuartos de final este jueves a partir de las 21:30 (hora local) en el estadio donde Everton se convirtió en ídolo de Gremio y ha logrado marcar 37 goles de los 58 que acumula como profesional –63% del total-. La hinchada de Porto Alegre a pesar de estar enfrentada a nivel local entre Internacional y Gremio, coinciden en una cosa. “Everton debe seguir siendo titular y jugar en su cancha lo motivará. Yo siendo hincha de Inter, quiero que juegue porque es el único que encara”, manifestó Claudio, taxista de Porto Alegre.

Aunque ‘Cebolinha’ juega de local en el sur de Brasil, en todo el país y las canchas donde ha jugado la selección, la ‘torcida’ corea su apodo bien sea para pedir que entre –como ocurrió en Salvador de Bahía ante Venezuela- o para que mantenga el ímpetu y no pare de encarar -el Arena Corinthians lo ovacionó contra Perú-. Para Adilson y Guilherme, hinchas de Flamengo y Gremio, esta selección ha perdido la raíz del fútbol brasileño porque todos juegan en Europa y como Neres se han ido muy jóvenes a otros países, lo que les ha hecho olvidar que no basta de talento para ponerse la ‘verde- amarelha’.