Philippe Coutinho pudo haber sido el mejor jugador brasileño en la Copa del Mundo 2018. Consiguió dos goles durante la fase de grupos, más dos asistencias, la última de ellas en la eliminación ante Bélgica en los cuartos de final.

Uno de los puntos altos de la inestable Canarinha en Rusia, no sólo por su aporte en lo numérico sino también por su participación en la ofensiva, asoma como el indicado para asumir el rol de Neymar, lesionado y quien se verá marginado en la inminente Copa América que se jugará en su país.

La contra para el nacido en Río de Janeiro fue la temporada con poca continuidad que tuvo en Barcelona y lo poco que pudo demostrar de su potencial con la camiseta blaugrana cuando le tocó salir al campo, a excepción de la revancha de los cuartos de final de la Champions frente a Manchester United, en el que lució su gran pegada, o en la goleada 5-1 sobre Real Madrid.

El posicionamiento en la cancha de Coutinho será determinante. En el triunfo 2-0 del miércoles ante Qatar, en Brasilia, inició por el lado izquierdo de la línea de mediocampistas, dentro del 4-3-3 planteado por Tite. Aunque el jugador actuó en este lugar durante el Mundial, no es allí donde rindió de la mejor manera a lo largo de los últimos años.

Sin Neymar como director de orquesta en el ataque de la Verdeamarelha, Coutinho podría acomodarse en la posición que más le plazca para la conducción. Contra los qataríes, por caso, tuvo capacidad de creación (cuatro acciones de gol) pese a que no terminaron en gol.

Con su habilidad y capacidad para romper las defensas y ser decisivo en el último pase, Coutinho es la llave para el sentido Brasil, que se queda sin Neymar, su principal figura en la cita que más anhelaba.