Bélgica sigue de dulce y no para de crecer como selección. Esta noche no necesitó esforzarse para llevarse una cómoda victoria ante una Chipre muy inferior.

Poco tardó Hazard en demostrar que es el líder de los Diablos Rojos. El jugador del Chelsea jugó como en el patio de su casa, estaba en todas partes y en la primera que tuvo dentro del área la mandó para adentro.

Batshuayi se vistió de asistente con un pase preciso y unos minutos después amplió la ventaja con una jugada individual. El delantero se marchó del portero con un finta y finalizó con un disparo a media altura.

Con el resultado positivo para los de Martínez, el partido murió lentamente en los jugadores belgas.