Rueda respira tranquilo después de su primera expedición como técnico de la selección chilena. Ganó el sábado en Suecia y hoy rescató un empate sin goles ante Dinamarca, en un partido flojo y donde la Roja sufrió ante un rival de más peso.

Los primeros 20 minutos fueron como una extensión de lo que pasó el sábado en Estocolmo. Chile manejando la pelota y generando peligro mediante el movimiento constante de sus jugadores. Sin ser muy profundo, se las arregló para incomodar a los dueños de casa y generarse buenas opciones para convertir. Un disparo de Paulo Díaz y un cabezazo de Pedro Pablo Hernández al travesaño, tras un manotazo salvador de Kasper Schmeichel.

Buenas sensaciones, equivocadas eso sí. Porque el augurio de otra jornada tranquila comenzó a diluirse con el correr de los minutos y una presencia mucho más marca de Dinamarca. La Roja cayó en el escenario que menos le gusta, el de defenderse sin el balón. Medel, ubicado como volante central, corría de un lado a otro tratando de tapar huecos en el medio.

El equipo de Rueda empezó a sufrir y Johhny Herrera, a trabajar todo lo que no hizo ante Suecia. Andreas Cornelius dio el primer aviso, al elevar su disparo en el área. Christian Eriksen, a los 35′, provocó la mejor tapada del meta nacional.

El partido se instaló en el terreno del campeón de América. Y Nico Castillo, quien desplazó a Vargas del equipo titular, peleando solo en ataque, aguantando a los fuerte centrales daneses, a la espera de que se la acerque algún compañero. Chile se partió y quedó dependiendo de una individualidad de Alexis(mucho más participativo que en el duelo anterior) o un invento de Arturo Vidal (mucho más irregular de lo que se espera de él).

El cero fue un premio para la Selección al final del primer tiempo. Una verdad que se mantuvo en el complemento, en el que Dinamarca siguió siendo mejor que Chile. Cornelius se lo comió de manera increíble a los 54′, después de una pelota perdida en el medio que generó una salida rápida del local. Lo cierto es que ahí estuvo uno de los grandes problemas del combinado nacional, en la imprecisión de sus jugadores.

Mayor ejemplo de lo último fueron Maripán y Roco, los dos centrales, las dos torres de Rueda. Apurados, presionados, evidenciaron en más de una ocasión sus limitaciones técnicas. Especialmente el jugador del Alavés.

Ambas bancas hicieron sus cambios, no para buscar el triunfo, sino para cuidar a sus principales figuras. Los nombres más importantes dejaron el terreno y el partido se desdibujó. Aún así, Dinamarca estuvo a punto de firmar la victoria, de no ser por otra otra atajada notable de Herrera, quien al final fue lo mejor de la Selección en Aalborg.