Gustavo Bou fue anoche protagonista de una impresionante jugada en México, cuando a los 24 minutos del primer tiempo se tiró al piso para intentar robarle la pelota a un rival y la rodilla se le trabó en el césped sintético.

El movimiento antinatural terminó afectándole no solo la rodilla, que terminó con un raspón impresionante, sino que también la espalda y el cuádriceps, donde sufrió una distensión. «Teníamos miedo de que fuera algo grave, pero al parecer no lo es», aseguró Diego Cocca, entrenador de Xolos, luego del partido.