En el partido de los New York Red Bulls y el Orlando City, Kaká fue expulsado en el último minuto tras bromear y tocar la cara de Collins, buen amigo suyo.

El árbitro utilizó el VAR para volver a ver la jugada y luego expulsar al brasileño que no dio crédito a la expulsión luego de la determinación del central.

Collin intentó hablar con el árbitro para explicar que la acción no fue una agresión, pero el colegiado no cambió su decisión.