El Pleno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado hoy de forma definitiva el plan especial para reformar el estadio Santiago Bernabéu, que tendrá una cubierta abatible y podrá además albergar zonas comerciales o un hotel.
El plan especial ha quedado hoy aprobado con los votos a favor del PP, Ahora Madrid y Ciudadanos y la abstención del PSOE, que, en referencia a la anulación por los tribunales del proyecto primigenio de 2012, ha alertado de que tampoco el actual ofrece garantías jurídicas suficientes.
El Real Madrid y el Ayuntamiento de la capital alcanzaron en mayo del año pasado el acuerdo para la reforma del estadio, que costará al club unos 400 millones de euros.
Se espera que las obras puedan comenzar este verano aunque se prolongarán durante 2018 y 2019 al realizarse de forma exclusiva fuera de la temporada futbolística.
La Junta de Gobierno aprobó el proyecto el 16 de febrero y, tras estimarse cuatro alegaciones, la comisión municipal emitió la pasada semana el dictámen positivo al expediente aprobado hoy por el Pleno de Madrid.
“Pensamos que se trata de un buen proyecto para la ciudad de Madrid y esperamos que en otras actuaciones de esta escala e importancia podamos alcanzar un consenso similar”, ha deseado el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible (DUS), José Manuel Calvo, en un Pleno en el que todos los grupos han felicitado al club por sus logros deportivos.
La portavoz socialista en materia de Urbanismo, Mercedes González, ha admitido que la reforma del Bernabéu es un proyecto importantísimo para toda la ciudad pero ha recordado que el plan anterior fue anulado por los tribunales porque incumplía, entre otras cuestiones, la ley del suelo.
“Estamos tramitando un nuevo instrumento de planeamiento otra vez sin garantías jurídicas”, ha expuesto la socialista, a cuyo grupo -ha dicho- le “hubiera encantado” aprobar un proyecto que finalmente no contará con su voto favorable porque con esta actuación se deja al club “al descubierto ante posibles demandas”.
En representación del PP, el concejal Alvaro González ha mostrado su confianza en los técnicos municipales y ha dicho estar convencido de que el proyecto se ha tramitado de forma correcta.
El portavoz de Ciudadanos en materia de Urbanismo, Bosco Labrado, ha planteado algunas “dudas”, entre ellas la rapidez de los trámites y que éstos se hayan realizado como un plan especial y no una modificación del plan general de ordenación urbana (PGOU).
El plan de 2012 anulado por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid en febrero de 2016 incluía la ampliación, el incremento de altura y la cobertura total del estadio, la creación de nuevas zonas verdes y la implantación de usos terciarios en el frente del paseo de la Castellana.
Con el nuevo plan se ordenan en total 90.000 metros cuadrados de los alrededores del Santiago Bernabéu, y el club costeará los 13 millones de euros de la remodelación de 37.000 metros cuadrados de espacio público.
El estadio podrá tener una altura de 12 metros más que la actual, una ampliación necesaria para poder instalar una cubierta retráctil articulada que actuará como barrera de protección acústica y lumínica para el espacio urbano colindante.
Asimismo, se rediseñarán las gradas, se ampliará el Museo del Real Madrid y se mejorará la accesibilidad y los sistemas de evacuación.
El proyecto, que no conllevará un aumento de la edificabilidad, incluye la demolición del centro comercial la ‘Esquina del Bernabéu’ y la creación en su lugar de un área ajardinada con casi 6.000 metros cuadrados de superficie y de uso público aunque de titularidad privada.
El espacio situado entre el Paseo de la Castellana y la fachada oeste del estadio, actualmente destinado a aparcamiento, se convertirá en una plaza pública de uso peatonal. Se harán también mejoras en la avenida de Concha Espina y en la calle de Rafael Salgado.
El delegado madrileño de Desarrollo Urbano Sostenible ha mostrado hoy un reconocimiento en el Pleno a los vecinos de la zona que han presentado alegaciones al plan, con quienes la propia alcaldesa de la ciudad se ha reunido, y les ha dicho que el equipo de Gobierno ha tratado de recoger “buena parte de sus preocupaciones”.
Además, ante las dudas del PSOE ha dicho que el plan está “bien armado y fundamentado” ya que los técnicos han sido “minuciosos” por la “cantidad de francotiradores” que según ha dicho podrían tener interés en impugnar el plan.